Con la asistencia más alta en su historia, con 11 países participantes: Argentina, Bolivia, Brasil, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, México, Perú, Portugal y Guatemala como observador, se inició hoy la octava Olimpiada Iberoamericana de Biología (OIAB).
A la ceremonia de inauguración, celebrada este día en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sede académica del certamen, acudieron los 41 estudiantes de bachillerato participantes y sus respectivos delegados.
El acto lo encabezaron William Lee, secretario del Consejo Directivo de la Academia Mexicana de Ciencias, organizadora del certamen, en representación de Jaime Urrutia Fucugauchi, presidente de la organización; Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias; Eugenio Cetina, director del Sistema Nacional de Investigadores del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología; Cristina Revilla, coordinadora de la Olimpiada de Biología en México y José Matos, coordinador de la OIAB; entre otras autoridades universitarias entre las que se encontraban Estela Morales, coordinadora de Humanidades y Carlos Aramburo de la Hoz, coordinador de la Investigación Científica, ambos de la UNAM.
En su intervención, Lee destacó la importancia de esta disciplina científica: “El siglo XXI es el siglo de la biología […] Gracias al conocimiento de frontera generado por la propia biología molecular, la ingeniería bioquímica, la microbiología, la genómica, la proteómica y la biotecnología moderna, entre otras disciplinas, estamos en posibilidades de utilizar todo ese conocimiento -de manera responsable e inteligente- para resolver diversas problemáticas locales y globales, de manera respetuosa con la naturaleza, preservando y recuperando la biodiversidad, y al mismo tiempo satisfaciendo muchas de las necesidades del ser humano”.
Agradeció a los responsables y anfitriones de la OIAB por la celebración del concurso internacional y expresó su confianza para que transcurra satisfactoriamente: “Estoy seguro que la octava Olimpiada Iberoamericana de Biología se regirá por el más alto y riguroso espíritu de competencia y será ocasión propicia para el inicio de amistades perdurables entre los jóvenes”.
Por su parte, Cristina Revilla hizo un recorrido histórico de la OIAB y recordó a los presentes los objetivos del mismo: identificar en cada nación a jóvenes talentosos con interés por el conocimiento biológico; contribuir al desarrollo de sus capacidades y promover su desarrollo como futuros científicos y docentes, así como estrechar los lazos de amistad entre los países iberoamericanos.
“También nos hemos comprometido a contribuir con su formación, como miembros de la sociedad en la que viven y así hemos combinado los aspectos científico-académicos con los socio-culturales por lo que en cada una de nuestras olimpiadas, conocer la cultura y las tradiciones del país anfitrión ha sido igualmente importante y muy enriquecedor”, destacó.
También dirigió unas palabras de aliento a los jóvenes competidores: “Todos ustedes chicos deben estar muy orgullosos de estar representando a su país, son ya unos triunfadores, un grupo selecto de jóvenes que ya han iniciado el camino del éxito”.
Por su parte Rosaura Ruiz comentó que uno de los compromisos de las olimpiadas es también con el futuro: “ser un semillero incubador y plataforma de crecimiento de las mujeres y hombres en la ciencia del mañana. Un encuentro donde se foguean y reconocen a las y los futuros docentes e investigadores que tanto requieren nuestras sociedades, una fiesta multicultural donde la lengua fue antes la ciencia y las monedas de cambio el conocimiento y la fraternidad”.
Eugenio Cetina habló del papel de la ciencia en la política de México. Sostuvo que esta actividad se concibe en nuestro país como un pilar de desarrollo económico pero también como mecanismo para mejorar la calidad en la educación que se recibe, particularmente en la educación superior. “De esto, ustedes están plenamente convencidos y son conocedores porque representan a estos estudiantes jóvenes brillantes de los países participantes que han decido realizar una actividad muy asociada a la investigación, a la actividad científica, particularmente a la biología”.
Por su parte, José Matos también agradeció a todos los involucrados en este gran evento académico: “A los profesores, padrinos patrocinadores, colaboradores, instituciones públicas y privadas, nuestro más profundo agradecimiento. A Guatemala, de reciente incorporación, gracias por su compromiso y bienvenido. Esta familia iberoamericana es una familia muy unida, muy colaboradora y muy tolerante […] Y finalmente a los estudiantes, nuestras estrellas, alrededor de las cuales gira toda la competición”.
Finalmente, Rosaura Ruiz, expresidenta de la Academia Mexicana de Ciencias y recientemente nombrada para un segundo periodo al frente de la Facultad, fue la responsable de realizar la declaratoria inaugural de la OIAB México 2014.
El certamen se realizará a partir de hoy y hasta el próximo viernes 12 de septiembre. Además de los exámenes teóricos y prácticos, el programa incluye actividades culturales y de entretenimiento que llevará a los jóvenes a conocer la Ciudad de México a través de un paseo por las zonas más emblemáticas de la capital del país, así como una visita a las pirámides de Teotihuacán, las Grutas de Cacahuamilpa, el Museo de las Ciencias Universum y el Museo de Antropología.