Sandra Isabel Jiménez Mateos *
La vuelta al mundo en avión comenzó el 6 de abril de 1924, partiendo desde el lago Washington de Seattle, en la costa del Pacífico, al norte de los Estados Unidos, con el propósito de volar hacia el oeste y completar la vuelta al mundo por el hemisferio norte.
Hacerla requirió de 5 meses y 22 días, un detallado sistema de logística, 4 aviones oríginales, más uno de repuesto.
La hazaña tenía un objetivo militar, plenamente, más que cualquier otra cosa, y fue emprendida por el ejército de los Estados Unidos en un programa llamado «Flight mundo»
Para lograr tal desafío, luego de un estudio exhaustivo de los muchos peligros que dicho proyecto involucraba, el mando del Servicio Aéreo decidió que los aviones fueran diseñados por Donald Douglas, quien propuso sus aviones que construía en The Douglas Company Aircraft en su fábrica de Santa Mónica, California, su DT torpedo bombardero, aviones biplanos de dos asientos, de cabina abierta, de los cuales ya había suministrado previamente a la Armada.
Douglas prometió que el prototipo podría estar listo en 45 días después de recibir un contrato. El Servicio Aéreo estuvo de acuerdo y comisionó al teniente Erik Nelson, un miembro del grupo de planificación del Departamento de Guerra, para trabajar con Douglas, quien estuvo en la fabrica de Santa Mónica.
La aeronave modificada comenzó a denominarse World Cruiser Douglas (DWC), y era impulsada por un motor de 420 hp Libertad L-12; también fue el primer gran proyecto de Jack Northrop (uno de los grandes diseñadores de la aviación de principios del siglo XX) que diseñó el sistema de combustible de la serie: La conversión consistió en incorporar un total de seis tanques de combustible en las alas y el fuselaje, con lo cual la capacidad total de combustible pasó de 115 galones (435 litros) a 644 galones (3.438 litros).
A la aeronave modificada también se le dotó de una mayor capacidad de enfriamiento, así como de dos depósitos separados para el aceite y el agua. Para garantizar una estructura más sólida se le colocó en el fuselaje un tubo de acero, un ala modificada de 49 pies (15 m) de envergadura y un timón de mayor tamaño. Las cabinas para el piloto y el copiloto fueron también modificadas y se hizo un recorte en el ala superior para aumentar la visibilidad.
Al igual que el DT, la DWC puede ser equipado con flotadores para el agua o bien un tren de aterrizaje convencional; también se le añadieron dos radiadores más grandes, para climas tropicales.
El prototipo fue entregado en noviembre 1923, tras la finalización con éxito de las pruebas el 19 de noviembre.
Con esa certeza el Ejército encargó a Douglas construir cuatro aviones de la serie; el último fue entregado el 11 de marzo 1924, mientras los pilotos y copilotos estaban en plena labor de entrenamiento.
A la par comenzó a integrarse un complicado sistema de logística para dar soporte al proyecto, consistente en varias estaciones recarga de combustible y reparaciones a las naves; para esto también se pidieron piezas de repuesto, incluyendo 15 motores adicionales Liberty, 14 sistemas adicionales de pontones y suficientes piezas de la célula de reemplazo.
Los cuatro aviones que comenzaron el gran vuelo fueron bautizados con nombres de ciudades: «Seattle», «Chicago», «Boston» y “New Orleans”.
Comenzaron el raid las cuatro máquinas el 6 de abril de 1924 desde el lago Washington de Seattle, en la costa del Pacífico, al norte de los Estados Unidos, con el propósito de volar hacia el oeste y completar la vuelta al mundo por el hemisferio norte.
El primer tramo que era de 5.300 kilómetros hasta el extremo occidental de las islas Aleutianas, habían calculado hacerlo en 12 días, pero les exigió 34.
El primer incidente mayor se dio el 30 de abril, cuando el Seattle, se estrelló en Alaska en la falda de una montaña, con el jefe de la formación, el Mayor Frederik L. Martín, y su mecánico el Sargento Alva Harvey, aunque sobrevivieron sin daños.
Los tres restantes llegaron a Tokio el 24 de mayo, con el Chicago en el liderazgo. La travesía continuó hacia el oeste a través de Asia y Europa, apoyándose en el sistema logístico cuidadosamente planeado. Cruzaron el mar de la China hasta Shanghai, continuando por el continente asiático y llegaron a Calcuta en la India el 26 de junio; allí un periodista de la Associated Press, Linton Well, se escondió en el compartimiento del equipaje del «Boston», comandado por Wade y fue de polizón hasta Karachi, sobre la desembocadura del Indo, hoy ciudad de Pakistán.
Prosiguieron el vuelo cruzando lo que quedaba de Asia, Europa, arribando a París el 14 de julio, Día de la Bastilla, habiendo volado casi 10.000 kilómetros en ese tramo.
Estuvieron en Londres y en Hull, sobre el río del mismo nombre, condado de York, cambiaron motores por tercera vez y colocaron los flotadores en lugar de las ruedas.
El 2 de agosto partieron de Kirkwall, islas Orkney, los tres aparatos con destino a Islandia donde sólo arribó en ese día el «New Orleans», los otros dos regresaron a Inglaterra. Al día siguiente salieron nuevamente el «Chicago» y el «Boston», a fin de reunirse en Islandia con el «New Orleans», pero el Boston se vio obligado a amerizar frente a las Islas Feroe debido a una falla de la bomba de aceite de su motor. Pasaron horas en pleno océano, finalmente mareados, mojados y moralmente destruidos al ver sus ilusiones de gloria perdidas, luego de haber hecho la mayor parte del gran raid, fueron rescatados por el crucero norteamericano «Richmond», el hidroavión se perdió pues fue imposible remolcarlo.
El piloto Wade y su mecánico desembarcaron en Islandia, allí recibieron la noticia alentadora de que les entregarían otro hidroavión de repuesto en Pictou, Nueva Escocia, Canadá. A ese lugar arribaron en otro buque de la Armada de los Estados Unidos, sitio desde el cual continuaron nuevamente las tres aeronaves hasta Boston, ciudad en la que volvieron a cambiar los flotadores por ruedas.
Cruzaron el continente los últimos 7,180 kilómetros que los separaban de Seattle y aterrizaron felizmente en el Campo Sand Point de esa ciudad el 28 de setiembre de 1924, con un recorrido de 42,160 kilómetros alrededor del mundo en 363 horas de viaje. Pocos meses después el Congreso de los Estados Unidos concedió la Medalla de Servicios Distinguidos a los seis aviadores que cumplieron la hazaña.
- Investigadora de la Universidad Veracruzana en el IIESES