Este 11 de septiembre, la Universidad Veracruzana (UV) cumple 68 años de existencia, y al respecto Ricardo Corzo Ramírez, académico, investigador y ex secretario académico de la institución, aseguró que en todos estos años la institución siempre ha cobijado en su seno los valores y principios, los saberes, las destrezas y las habilidades que tanto necesitan nuestras sociedades para alcanzar el bienestar individual y colectivo al que todo Estado-Nación democrático aspira.
Señaló que la UV es un espacio académico que desde antaño ha albergado a alumnos, docentes, investigadores, técnicos, ejecutantes, gestores, creadores, funcionarios y autoridades de todas las latitudes, quienes en su conjunto conforman una comunidad con derechos y deberes. Esta comunidad tiene una responsabilidad ética con el entorno y la entidad donde convive y participa, porque la universidad es garante de la libertad de pensamiento, la tolerancia y la autonomía, elementos necesarios para ejercer la docencia, la investigación, la difusión cultural, la extensión de los servicios, la vinculación y la gestión para la distribución del conocimiento a través de las humanidades, la ciencia, la tecnología y la recreación.
Esto, aseguró, no hubiera sido posible sin las enseñanzas de las generaciones anteriores que permitieron sentar las bases de la Universidad Veracruzana del siglo XXI.
“Recordemos que la unión de intereses, a pesar de la pluralidad y diferencias propias del quehacer académico, permitió avanzar en la construcción de una institución desconcentrada en cinco campus, cado una insertado de acuerdo con las necesidades de su entorno y vocaciones de crecimiento. No olvidemos la visión integral de cómo se fue conformando el corpus universitario, en el cual tiene un sitio destacado el rescate, preservación y difusión de todas las manifestaciones culturales, lo cual no sólo permite la recreación de la imaginación sino básicamente dimensiona el permanente renacer, la trascendencia de lo humano frente a la barbarie.
”No menos importante y sustantivo ha sido la contribución de los universitarios en la mejora de las condiciones de vida y de trabajo de las poblaciones marginadas y, en la medida de sus capacidades, en la ayuda ofrecida a la población en situaciones y momentos de catástrofes naturales.
”Esta vocación de compromiso y servicio a la comunidad, junto con la asesoría a las pequeñas y medianas empresas para incrementar su productividad, le han otorgado a nuestra institución credibilidad y prestigio, que sin lugar a dudas a los universitarios del presente nos corresponde consolidar.”
El Doctor en Historia por la Universidad de París VIII, Francia; Maestro en Ciencias Políticas por París VII, especialista en Estudios Latinoamericanos y Licenciado en Ciencias Políticas, refirió que “en esta breve recapitulación de lo hasta ahora construido por todas las generaciones que han transitado por la Universidad, destaca la capacidad de la comunidad académica para transformarse a sí misma e ir adecuando los contenidos de los procesos educativos; su normatividad y gestión siempre ha estado acompañada de la imperiosa necesidad de profesionalizar, capacitar y actualizar una planta académica que tiene la responsabilidad de formar profesionales con calidad y ética para el ejercicio de su quehacer”.
Debido a la mutación constante que viven las instituciones, sus funciones y estructura organizacional, destacó, conviene tener presente el esfuerzo realizado en cada periodo rectoral, en cada generación de universitarios para estar a la altura de las exigencias de la distribución social del conocimiento, como ahora se le define, amén de las limitaciones presupuestales, de infraestructura y de determinadas circunstancias e incomprensiones extrauniversitarias, porque aun con estos inconvenientes, la UV se ha propuesto mejorar sus indicadores de desempeño, conjugar la calidad y pertinencia de sus servicios, tal como se ha visto en el diseño, ejecución y seguimiento de sus políticas educativas, científicas y culturales dentro de los lineamientos regionales, nacionales e internacionales.
Esto, continuó, permitió la convergencia de acuerdos y consensos dentro de un clima basado en la cultura colaborativa y la civilidad para continuar con la estabilidad institucional. Por ello, la Universidad Veracruzana se ha distinguido como un espacio académico abierto a la discusión, el diálogo, la crítica y las propuestas. Dada su naturaleza, siempre se ha caracterizado por ser plural y tolerante, más aún cuando la realidad presenta niveles de complejidad e incertidumbre propias de la restructuración productiva, la reorganización social y los desmoronamientos de las hegemonías y bloques de poder en los diferentes gobiernos del Estado mexicano y del resto del mundo.
Puntualizó: “Los universitarios que actualmente conmemoramos el 68 aniversario de fundación de la Universidad, la cual alcanzó su autonomía en 1996, tenemos una experiencia, un bagaje cultural e infinidad de convicciones que nos obligan, frente a los estudiantes, a comportarnos como promotores de una cultura integral, flexible, democrática, participativa, autónoma y libre.
”En la memoria colectiva de los universitarios, son múltiples los recuerdos y testimonios tangibles e intangibles que prueban cómo a través del tiempo la máxima casa de estudios de Veracruz ha venido estableciendo su liderazgo, renovando su misión y visión, sin dejar de lado las razones que le dieron origen, cómo ha construido su patrimonio y preservado su legado cultural que, en todo momento, ha significado la conjunción de esfuerzos y voluntades y cómo ha utilizado las oportunidades para ampliar y diversificar la oferta de carreras profesionales desde técnico superior universitario hasta posgrados, lo cual ha implicado el incremento de infraestructura para la investigación y demás servicios educativos necesarios para enfrentar los compromisos y retos.”
Para finalizar, destacó que la comunidad universitaria, y en especial los jóvenes, deben conocer las experiencias recientes de manifestaciones de inconformidades que se han dado en Egipto, España, Estados Unidos, Italia, Grecia, Canadá y Chile, entre otros países, ante la injusticia que prevalece en el mundo, la cual no nos es distante ni ajena.
“Asumamos una actitud de compromiso social responsable y, en particular, en lo referente a la defensa de la educación pública, laica y gratuita, que desde su aparición en México ha forjado ciudadanos, profesionales, intelectuales, científicos y artistas”, solicitó.
Y aclaró que el idealismo es necesario pero no suficiente, requiere de nuestra participación en proyectos enfocados a la calidad de vida y bienestar social.