Durante un estudio realizado por investigadores del Ernest Gallo Clinic y el Research Center de la University of California, San Francisco (UCSF), al incrementar los niveles de dopamina en el córtex frontal del cerebro, se observó una disminución significativa de la impulsividad en un grupo de 23 adultos.

En el estudio participaron 23 adultos que se dividieron en dos grupos, al primero se le administró tolcapone, un medicamento aprobado por la Food and Drug Administration (FDA), que inhibe la degradación de la dopamina. Al otro grupo se le administró un placebo.

 “La impulsividad es un factor de riesgo presente en las personas que sufren de alguna adicción a las drogas, y se ha sugerido que los individuos con bajos niveles de dopamina en el córtex frontal, tienden a ser más impulsivos. El objetivo de este estudio era ver si podíamos bajar el nivel de impulsividad al aumentar los niveles de dopamina, y al parecer sí es posible”, dijo Andrew Kayser, investigador de la Ernest Gallo Clinic y profesor de neurología en la UCSF.

Posteriormente, a cada participante se le realizaron una serie de pruebas diseñadas para medir su impulsividad, en las que se les instó a tomar decisiones con diferentes tiempos de respuesta y ante estresores. Los participantes que tomaron tolcapone se mostraban más calmados y menos impulsivos que los que injirieron el placebo.

Durante las pruebas, a los participantes se les hacía una resonancia magnética para confirmar que las regiones del córtex frontal, asociadas con la toma de decisiones, mostraban mayor actividad en la presencia de tolcapone. Este es el primer estudio en el que se utiliza tolcapone para ver si afecta de alguna manera la impulsividad. Este medicamento está aprobado para tratar el Parkinson, ya que este padecimiento se caracteriza por una deficiencia crónica de la dopamina, que inhibe el control del movimiento.

Los investigadores creen que la impulsividad está asociada a un desequilibrio de la dopamina en el córtex frontal, el cual rige el control cognitivo y la autorregulación, pero también, trabaja en conjunto con el cuerpo estriado del cerebro, el cual parece estar vinculado a la planeación y la modificación de comportamientos habituales o cotidianos.

“Mas que nada, aunque no sucede con todas las drogas, la cocaína y la anfetamina tienden a incrementar el nivel de dopamina, pero en el cuerpo estriado, lo cual provoca una conducta impulsiva. Por decirlo de una manera muy simplista, el cuerpo estriado dice ‘sí’ y el córtex frontal dice ‘no’, por ejemplo, si tomas cocaína, las señales que dicen ‘sí’ son más fuertes que las que dicen ‘no’”, dijo Kayser.

El investigador y su equipo planean estudiar los efectos de tolcapone en la conducta de los alcohólicos, “queremos ver si hay algún efecto en cuánto beben mientras toman el medicamento”.

 

Bibliografía:

 

Andrew S. Kayser, Daicia C. Allen, Ana Navarro-Cebrian, Jennifer M. Mitchell, and Howard L. Fields. “Dopamine, Corticostriatal Connectivity, and Intertemporal Choice”. (2012). The Journal of Neuroscience.

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