El gobierno de Ecuador informó que inició los trámites para declarar Patrimonio Cultural de este país al «Solitario George», la última tortuga gigante de la especie «Chelonoidis abingdoni», y fallecido en junio pasado en las Islas Galápagos.
El viceministro coordinador de Patrimonio, Juan Coellar, indicó que se recopila información con varios científicos a fin de demostrar el interés que el quelonio tiene para la ciencia y el entendimiento de la historia natural del Archipiélago ecuatoriano y del planeta.
«Este no es sólo un reconocimiento al quelonio, sino a la gran biodiversidad que tienen las islas Galápagos», situadas a unos mil kilómetros de las costas continentales ecuatorianas, destacó Coellar.
«El Solitario George», que se estima tenía más de cien años, murió el pasado 24 de junio por causas naturales probablemente por envejecimiento, según la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG).
El quelonio fue encontrado muerto en su corral por su cuidador en posición como si hubiera intentado dirigirse al bebedero.
El quelonio era originario de la isla Pinta y fue rescatado en 1972 de esa localidad, debido a que cabras introducidas por el hombre acabaron con el hábitat y provocaron una pronta extinción de tortugas gigantes de su especie.
«George» fue introducido después a un programa de crianza en cautiverio para lograr su reproducción, pero durante tres décadas los intentos fueron infructuosos ya que los huevos no fueron fértiles.
Para las autoridades locales, el quelonio «es considerado parte de la memoria colectiva e identidad cultural del Ecuador», por lo que su cuerpo será embalsamado y exhibido en un centro de interpretación para que las futuras generaciones lo conozcan.
Dicho centro, que deberá ser construido, llevará el nombre de la centenaria tortuga, famosa en el mundo por ser el símbolo de las Islas Galápagos.
Las «Islas Encantadas», como también se llama a las Galápagos, son consideradas como un laboratorio natural debido a que posee flora y fauna única en el mundo.
En 1978, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) las declaró Patrimonio Natural de la Humanidad.
Las Islas deben su nombre a las tortugas gigantes que habitan en el archipiélago, donde el científico británico Charles Darwin desarrolló su teoría sobre la evolución y selección natural de las especies.