Los resultados de un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Washington y las Naciones Unidas en la revista PNAS concluyen que en las próximas décadas disminuirá de forma drástica el número de personas en edad de trabajar, lo que supondrá un detrimento del apoyo a los programas de seguridad social para mayores.
“Esta tendencia general afectará tanto a los países en desarrollo como a los actuales países desarrollados”, apunta a SINC Adrian Raftery, profesor de estadística y sociología en la Universidad de Washington y autor principal del estudio.
Los mayores descensos en la proporción de los trabajadores respecto a los jubilados estarán en los países en los que ahora también es más alta la diferencia. “Por ejemplo, en Brasil la proporción del número de trabajadores por cada jubilado es de 8,4 y proyectamos que se reducirá hasta una cifra entre 0,7 y 1,8 en 2100”, apunta el investigador.
En China, el país más poblado del mundo, el número de adultos en edad de trabajar por cada persona de 65 años o más se reducirá de 7,9 en 2010 a tan solo 1,6 en 2100. La proporción en India, el segundo país más poblado, se reducirá de 11,1 a 2.
En Estados Unidos se estima que disminuirá de 4,6 a 1,8. Otras naciones desarrolladas con bajas tasas de fecundidad muestran descensos algo más grandes, como los Países Bajos, (de 4 a 1,6) y el Reino Unido (de 3,6 a 1,6).
En el caso concreto de España, el desafío para afrontar este problema será mayor que en otros países europeos. Según la proyección de este estudio, se pasará del 3,7 personas de 20 a 64 años por cada adulto mayor de 65 años en 2010 a tan solo 1,3 en 2100, una tasa menor que en países como Bélgica (1,6) y Holanda (1,6).
Raftery muestra su preocupación por la dramática proporción de personas mayores que se alcanzará a finales de siglo. «Este fenómeno se ha estudiado ampliamente en países desarrollados, pero con este modelo vemos que el aumento de personas mayores de 85 años será un fenómeno mundial. Es necesario planificar el apoyo a los jubilados en el futuro, cuando la distribución por edades en la sociedad sea muy diferente. Los sistemas actuales tendrán que ser revisados y, quizá, modificados para poder hacer frente a este desafío», concluye.
La ONU utilizará el nuevo modelo
Los investigadores han creado un método basado en un modelo bayesiano que estima estadísticamente las tendencias del pasado y que se proyecta hacia el futuro, teniendo en cuenta la incertidumbre. El resultado es un pronóstico probabilístico que da probabilidades por cada resultado posible futuro.
“Los métodos convencionales de proyección de población, como los utilizados actualmente por las Naciones Unidas, dan mejores predicciones, pero no tienen en cuenta otro tipo de variables”, asegura el experto. Este nuevo método hace valoraciones basadas en la fertilidad de los países, las tasas de mortalidad y los patrones de inmigración.
«No sabemos a ciencia cierta qué va a pasar en el futuro, pero con este modelo obtenemos mayor precisión en las proyecciones», asegura el investigador. Raftery espera usar este modelo para ayudar a las Naciones Unidas a hacer su predicción de 2012 sobre el crecimiento de la población mundial, que se publicará en febrero de 2013.
Los investigadores han excluido de las predicciones a la población de los 38 países con epidemias de VIH/SIDA, porque esas naciones requieren un método estadístico diferente.
Referencia bibliográfica:
Adrian E. Raftery, Nan Li, Hana Ševčíková, Patrick Gerland, Gerhard K. Heilig. «Bayesian probabilistic population projections for all countries» PNAS : 13915 – 13921, 20 de agosto de 2012. doi:10.1073/pnas.1211452109