Es habitual que los pacientes con cáncer busquen formas de mejorar su calidad de vida complementarias a los fármacos y actividades prescritos. En ocasiones estas actuaciones no solo no producen beneficio alguno, sino que pueden ser perjudiciales para el paciente.
Advirtieron los oncólogos Juan Jesús Cruz, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y Pedro Pérez Segura, durante la presentación de un nuevo apartado de la página webwww.oncosaludable.es sobre terapias integrativas.
La nueva sección recopila una serie de alimentos, plantas medicinales y prácticas que muchos enfermos de cáncer utilizan para intentar mejorar su salud, e informa de la repercusión real que pueden tener sobre los pacientes, basándose en estudios científicos veraces y contrastados.
Cruz ha recalcado la diferencia entre medicina alternativa –utilizada en lugar de los fármacos– y medicina complementaria o integrativa, que “acompaña al tratamiento prescrito”.
Además ha advertido de que “no todo lo natural es inocuo” y ha recomendado que “todo lo que un paciente tome, por muy natural que parezca, debe ser consultado con el oncólogo”.
Por su parte, Pérez Segura ha comentado que en muchas ocasiones “la fuente de información que utilizan los pacientes antes de recurrir a estas prácticas complementarias es de muy baja calidad” y por eso resalta la importancia de que exista un lugar con información contrastada.
El oncólogo ha asegurado además que es una herramienta pionera que “hasta ahora no existía en habla hispana”.
Una web con información veraz
Ambos expertos han afirmado que esta recopilación puede servir de instrumento de ayuda tanto a médicos como a enfermos y familiares y han hecho un llamamiento al trabajo conjunto de todos ellos.
Pérez Segura ha señalado el ejemplo del selenio, que en ocasiones se asocia con beneficios para los pacientes oncológicos, y ha afirmado que pese a los numerosos estudios que hay al respecto, “ninguno demuestra estos efectos, e incluso algunos muestran que puede aumentar el riesgo de cáncer”.
Otros ejemplos que aparecen en la web son la vitamina C, que puede interaccionar con la quimioterapia, o el ginseng, que puede ser perjudicial para pacientes con cáncer de mama. Por otro lado, ciertas prácticas como el yoga pueden reducir la fatiga asociada con la enfermedad y su tratamiento.
Por último, Cruz ha aclarado que el objetivo no es “recomendar aquellos de estos productos o prácticas que no sean perjudiciales, sino informar de forma veraz de sus efectos”.