El desove de tortugas bobas, una especie en peligro de extinción, ha registrado su mejor temporada en las playas de Florida (EE.UU.) en los últimos 14 años y una de las más productivas jamás registradas.
La Comisión estatal para la Conservación de la Pesca y Fauna Salvaje (FWC, por su sigla en inglés) anunció hoy que estos solitarios animales han desovado en un total de 58.172 nidos en las playas de Florida durante esta temporada (abril-septiembre).
Este tipo de recuentos se empezó a hacer en 1989 y desde entonces se observó un incremento hasta el máximo registrado en 1998, con 59.918 nidos. A partir de entonces la cifra fue cayendo con fuerza hasta los 28.074 nidos, el mínimo registrado en 2007.
«Después del profundo descenso de los nidos de tortugas bobas (Caretta caretta) de Florida entre 1998 y 2007, estos han aumentado durante los últimos cinco años», dijo el científico de la FWC Blair Witherington al presentar estos datos.
Aunque celebró este aumento, insistió en un comunicado en que «las tortugas bobas y otro tipo de tortugas marinas aún afrontan muchos retos» y recordó que hasta noviembre las crías seguirán saliendo de los huevos, por lo que pidió a los transeúntes que se alejen de ellas y sean respetuosos con su entorno.
Igualmente reclamó a habitantes y turistas de Florida (donde se encuentra el 90 % de los nidos de estos animales en EE.UU.) que no dejen objetos en las playas por las noches, para no dificultar el crucial primer desplazamiento de las crías hasta el mar.
El hábitat de esta especie se distribuye en aguas tropicales y subtropicales de todo el mundo y durante su vida realiza grandes migraciones en las que recorre de una a otra costa el Atlántico y el Mediterráneo, para retornar cada año a las mismas áreas de alimentación tras las migraciones reproductoras.
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