El problema vial que caracteriza a las grandes concentraciones humanas, ocasiona estrés psicosocial en las personas, el cual puede expresarse en actitudes como irritabilidad, agresividad y ansiedad, por ello quienes constantemente se exponen a él pueden presentar deterioros cognitivos, aseguró Juan Francisco Rodríguez Landa, investigador del Instituto de Neuroetología de la Universidad Veracruzana (UV).
“Tendremos una persona con menos capacidad de aprendizaje, le costará mucho trabajo tomar una decisión, tendrá malestar emocional y, en el extremo, se producirá un abatimiento psicomotor, caerá en un estado de desesperanza y depresión”, comentó.
El estrés psicosocial es toda alteración del organismo donde el desencadenante es totalmente emocional, es parte de nuestra vida diaria, se vive incluso durante los preparativos para ir a la escuela o durante el transcurso de la casa al trabajo, “el que diga que no lo tiene, no es de este planeta”, dijo el investigador.
“Suele presentarse cuando tenemos a un familiar enfermo, situación en la que nosotros no tenemos dolor físico, pero estamos pensando en lo que está sintiendo la otra persona, lo cual se conoce como dolor moral, eso sería una definición práctica; involucra la parte psicológica y nuestro entorno social, pero de forma emocional”, y añadió que el nivel de intensidad dependerá del contexto social.
En la ciudad de Xalapa, mencionó, el tránsito vial se ha vuelto una situación drástica e insoportable para las personas, principalmente para aquellas que la habitan desde hace más de 30 años, pues ahora no pueden caminar o trasladarse tranquilamente por las calles.
“En cambio, los jóvenes se van adaptando a este tráfico y lo van haciendo parte de su vida, pero en ocasiones por la alimentación, el entorno familiar y la carga genética pueden ser vulnerables al estrés y caen en esas enfermedades patológicas empezando por la irritabilidad y luego la ansiedad, que de no controlarse pueden llevar a una fuerte depresión.”
El investigador detalló que no sólo los peatones y automovilistas presentan esta modalidad de estrés, sino también quienes viajan en camión, ya que por el congestionamiento los trayectos se hacen más largos.
Viajar en autobús, explicó, es una forma de hacinamiento, pues al ser un lugar cerrado los olores y el sudor se concentran; además no hay mucho espacio entre los pasajeros, propiciando que choquen entre sí. Esta incomodidad también genera estrés, por lo que “están todo el tiempo enojadas y no tienen un buen rendimiento”.
Al preguntarle qué efectos directos causa el estrés psicosocial en una persona que lo vive constantemente, Rodríguez Landa dijo que si éste no es manejado de manera adecuada ocasionará un deterioro cognitivo, pues se modificará la neuroquímica cerebral, específicamente de algunos neurotransmisores (dopamina, serotonina e incluso el gaba) que sonimportantes en la regulación del comportamiento, la cognición y las emociones.
“Tendremos una persona con menos capacidad de aprendizaje, le costará mucho trabajo tomar una decisión, tendrá malestar emocional (irritabilidad, ansiedad y agresividad) y, en el extremo, se producirá un abatimiento psicomotor, caerá en un estado de desesperanza y depresión.”
Respecto al daño neuronal, especificó que consiste en una disminución en el tamaño de algunas estructuras cerebrales, primordialmente del hipocampo, en las conexiones entre neuronas y, en algunos, llegar a la muerte cerebral, lo cual afectaría la memoria. “Esto dependerá de la cantidad de estrés y la intensidad, así como de los factores sociales que rodean al individuo”.
Asimismo, el estrés psicosocial reduce la expectativa y calidad de vida; al estar estresado y ansioso, se incrementa la actividad cardiaca y hay liberación de algunas hormonas que de forma natural son favorecedoras, pero que a la larga se convierten en sustancias crónicas, deterioran algunos epitelios, músculos y parte cerebral.
El neurocientífico comentó que es muy difícil dar recomendaciones para disminuir la intensidad y lapsos de estrés, pues los factores que lo propician son diversos. En el caso del tránsito vehicular, puede prevenirse si se sale con antelación de la casa o lugar de trabajo, también sirve escuchar música agradable y tener pensamientos positivos.
Pero si la patología ya es crónica, lo más recomendable es acudir con un especialista, que en este caso sería un psiquiatra, quien aplicará una terapia farmacológica acompañada de una terapia psicológica, porque “se tratará de modificar sus pensamientos y dinámicas sociales para disminuir su estrés”.
La terapia farmacológica consistirá en antidepresivos y ansiolíticos, ya que se ha demostrado que los primeros promueven la liberación de un componente llamado factor neurotrófico, derivado del cerebro, que nutre a las neuronas y así hay una regeneración de las conexiones sinápticas, recuperándose la función.
“Les ayuda a estar más fuertes, a tener más contactos sinápticos y se puede recuperar la conciencia, pero hablando a nivel de un tratamiento farmacológico, porque por sí solo sería muy difícil la recuperación”, concluyó.