En el Laboratorio de Fisiología Celular de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) realizan estudios para catalizar la producción del Factor de Crecimiento de Hepatocitos en el cuerpo humano, una proteína que brinda a los órganos protección ante agentes patógenos, pero sobre todo, les permite regenerarse en estructura y funciones, luego de un daño causado por enfermedad o traumatismo. 

 

Las investigaciones buscan los mecanismos que permitan que esta defensa natural pueda ser incrementada para protección de los órganos ante enfermedades o bien para acelerar la renovación celular posterior al deterioro o lesión, ya que la proteína HGF (siglas derivadas de Hepatocyte Growth Factor) es producida por el propio organismo.

 

Tras un evento de afectación se eleva la presencia de la proteína en la sangre para dirigirse a la zona dañada, ahí la HGF brinda protección si persisten elementos perjudiciales, ya sean biológicos o artificiales, y posibilita la eliminación de células muertas e incita la proliferación de células nuevas para sustitución de las anteriores.

 

Los trabajos se enfocan en identificar los reguladores maestros de la proteína, aquellos que mandan la señal de activación de la HGF. En un artículo próximo a publicarse se dará a conocer como posibles reguladores a un factor de transcripción y a una proteína. 

 

El doctor Luis Enrique Gómez Quiroz, profesor-investigador del Departamento de Ciencias de la Salud de la Unidad Iztapalapa, aclaró, en entrevista, que la proteína HGF no puede ser usada terapéuticamente, es decir, no puede ser inoculada en el cuerpo como si fuera fármaco, ya que sus propiedades de protección y regeneración no sólo actúan en células sanas, también lo hacen con otras que pudieran tener alguna afección genética.

 

Por ello, el académico de la UAM y su equipo se han orientado en encontrar los puntos de regulación con la finalidad de estimularlos y que así sea el propio organismo el que encauce la acción de la HGF sobre las células apropiadas.

 

Como su nombre lo indica, la HGF se sintetiza en el hígado, pero también en otras partes del cuerpo en menores cantidades y se ha observado que cuando alguno presenta cierto daño, el hígado incrementa la producción de la HGF para cubrir la necesidad que aquél tiene, es bien sabido que el hígado sustenta y protege a prácticamente todos los órganos, comentó Gómez Quiroz.

 

Si bien la proteína actúa en los hepatocitos –las células predominantes en el hígado–, éstos no la producen, las encargadas de esta función son las células endoteliales, las células de kupffer, que son macrófagos del sistema inmunológico local, y las células estelares.

 

Estos tipos celulares están encargados de censar si existe algún daño, se estimulan y producen la proteína que impacta en el hepatocito, que es el que debe ser reparado. 

 

Esta proteína, explicó el académico, induce una respuesta antioxidante, su efecto de protección se basa en contrarrestar los desgastes causados por los radicales libres.

 

El académico señaló que las pruebas con HGF se realizan hasta el momento con animales, y que el mayor beneficio de protección y regeneración que brinda esta proteína será asequible a los seres humanos de cualquier edad.

 

Existe un amplio abanico de líneas de investigación por desprenderse de los estudios realizados en la UAM, actualmente en el Laboratorio de Fisiología Celular se realizan estudios de modelos de enfermedad hepática alcohólica, de cáncer hepático, de intoxicación hepática por fármacos, intoxicación hepática por metales pesados e hígado graso.

 

Recientemente se han comenzado a extender las líneas de investigación hacia el páncreas y el pulmón. Este último proyecto en colaboración con el doctor Rogelio Hernández Pando, investigador del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.

 

La investigación sobre la proteína HGF, iniciada en la UAM en 2004, está respaldada con ocho publicaciones en revistas de alto impacto como Journal of clinical investigation, Hepatology y Journal of Biological Chemistry; además de dos artículos en proceso de publicación, uno de los cuales se envío a Free Radical Biology and Medicine.

 

Estos artículos han sido multicitados, “lo cual nos indica que nuestros estudios han sido bien recibidos en la comunidad científica nacional e internacional”, afirmó el doctor del Área de Bioquímica y Fisiología Celular. Además, los datos arrojados por estas investigaciones ya han sido reproducidos en otros laboratorios, garantizando la certeza de los resultados de este equipo de trabajo.

 

Este proyecto recibió el Premio a la Investigación 2011 por parte de la UAM y fue considerado el Mejor Trabajo de Investigación por la Asociación Mexicana de Patología Clínica.

 

Gómez Quiroz expresó que los logros del laboratorio se deben a los estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado que trabajan en él, “ellos son quienes realizan el trabajo fundamental. Esta línea de investigación ha permitido formar estudiantes que han emigrado a Europa para hacer trabajos relacionados con el tema. Estamos en muy buenos términos de productividad y de formación de recursos humanos”.

 

“He estado en muchos laboratorios de todo el mundo –continuó– y los estudiantes de  la UAM están al mismo nivel que los de otras universidades de primer orden, debemos sentirnos orgullosos del nivel de nuestros egresados”, puntualizó. 

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