Ricardo Corzo Ramírez, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), expuso que son los publicistas y los medios de comunicación quienes han estudiado a profundidad la obra de Nicolás Maquiavelo, El Príncipe, y no los políticos como se pensaría.
“Los publicistas y los medios de comunicación son quienes se han respaldado en las máximas de Maquiavelo, aunque estén desfasadas siguen siendo una cuestión que moldea el comportamiento de los políticos, hay ‘maquiavelitos’; éste es un riesgo en las escuelas de alto prestigio donde tratan de formar cada vez más a cínicos porque las circunstancias así lo permiten”, expresó el investigador.
Al impartir la conferencia “Una lectura sobre El Príncipe” durante la jornada de reflexión “A 500 años de El Príncipe”, realizada en el auditorio Gonzalo Aguirre Beltrán del IIH-S, el ex Secretario Académico apuntó que Mao Tse-Tung también se inspiró en las máximas de Maquiavelo para fundamentar su pensamiento.
Explicó que en la frase “Hay que combatir todo lo que el enemigo apoya y apoyar todo lo que el enemigo combate”, está el juego de las máximas y sentencias que forman parte del conocimiento de la ambigüedad.
El Doctor en Historia por la Universidad de París expuso que El Príncipe cumplió y cumple la función de advertir sobre el poder y los seres humanos, además de que abre todas las posibilidades para que las sociedades, los pueblos y los ciudadanos estén satisfechos, independientemente del gobernante en turno.
Sobre lo planteado por Maquiavelo, Corzo Ramírez mencionó que son principalmente tres las máximas que deben considerarse: las virtudes, no debe tenerlas todas, pero sí es necesario que aparente tenerlas. “Hoy en día está en desuso, no es preciso que un príncipe posea todas las virtudes, la propaganda se las hace hoy en día, pero es necesario que aparente tenerlas”, indicó.
La segunda, es necesario que el príncipe tenga una inteligencia capaz de adaptarse a todas las circunstancias, que no se aparte del bien mientras pueda y, en caso de hacerlo, no titubeé en acercarse al mal.
Y la tercera, en caso de asuntos privados de sus súbditos, debe procurar que sus fallos sean irrevocables y empeñarse en adquirir tal autoridad que nadie piense en engañarlo o envolverlo con intrigas.
Enumeró lo que Maquiavelo aconsejó para llegar o mantener el poder: ser experto en la guerra; los que sólo con suerte llegaron a ser príncipes, no se sostuvieron por mucho tiempo en el poder, y el que llegue con apoyo de la nobleza, difícilmente se mantendrá.
Sobre las actitudes, el investigador del IIH-S dijo que conforme a lo escrito por el filósofo-político italiano, son: ocuparse del arte de la guerra, así como ser cauto en el creer y en el deber, para que no se vuelva imprudente o intolerante.