A veces lo bueno viene en envoltorios pequeños, como lo demuestra el caso de Luxemburgo y su relación con las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), y más concretamente con la penetración de la banda ancha. Al tratarse de un país pequeño, hay menos territorio que abarcar, y así existe una amplia disponibilidad de conexiones fijas ultrarrápidas a Internet, mientras que la penetración de la banda ancha móvil es una de las más altas de la Unión Europea, con un porcentaje del 64,8 % y que va en aumento.

Se trata de un dato importante, dado que el acceso a las TIC frecuentemente guarda relación con el grado de innovación de un país. En 2011 el 86 % de la población luxemburguesa utilizaba Internet con regularidad (al menos una vez a la semana), siendo del 68 % la media en la UE. Luxemburgo se encuentra también por encima de la media de la UE en cuanto a inclusión electrónica de los colectivos más desfavorecidos (76 % por 53 %, respectivamente).

Sin duda, los luxemburgueses se han sumado a la revolución de las TIC, pero ¿qué grado de influencia ejercen en la evolución de la industria? Un criterio para medirlo es el volumen de inversión, por parte de empresas y sector público, en investigación y desarrollo de las TIC, y paradójicamente Luxemburgo se encuentra por debajo de la media de la UE en ese capítulo. Pero la comunidad científica de Luxemburgo está claramente dispuesta a cambiar la situación, pues cuenta con participantes activos en varios proyectos e iniciativas de tecnología que funcionan con financiación tanto nacional como europea.

A escala nacional, el Centro de Investigación Pública Gabriel Lippman de Luxemburgo está dedicado a la investigación científica aplicada, el desarrollo tecnológico, la transferencia de tecnología y la formación de alto nivel. Este centro está especializado en tecnologías de materiales innovadores, abarcando la nanotecnología, la gestión de recursos naturales y las tecnologías para la promoción de la sociedad de la información.

Hacia el acceso universal

En efecto, los luxemburgueses han descubierto las ventajas que ofrece un acceso ultrarrápido a Internet desde su hogar, y cada vez más, desde cualquier lugar a través del móvil. Pero la banda ancha no está al alcance de toda la población en territorios más extensos o aislados de Europa, ya que resulta demasiado costoso o complicado instalar los cables de fibra óptica y la infraestructura que se precisan para servir banda ancha a más población, tal y como lo requieren el comercio electrónico y la descarga de vídeos de gran tamaño. Incluso si se combina con las soluciones móviles existentes para servir banda ancha hasta cada abonado (la llamada «última milla»), algunas regiones siguen careciendo de acceso a esta clase de conexión. Ahora unos investigadores han recurrido a las comunicaciones vía satélite para contribuir a erradicar los desequilibrios en la banda ancha.

Pero antes hay que subsanar un problema. Todos los servicios y las tecnologías que han surgido en los últimos tiempos (televisión digital, servicios de emergencia, seguimiento de mercancías) requieren un fragmento del espectro de radio, de manera que el espacio de transmisión de las radiotelecomunicaciones se ha saturado de ondas. Las autoridades competentes han decidido quiénes pueden utilizar cada zona del espectro, pero existen limitaciones físicas, por lo que se espera que la ciencia encuentre formas de optimizar el uso que se hace de las ondas de transmisión por radio para que quepan más servicios de Internet vía satélite.

En este contexto es donde cobra sentido el estudio Corasat, en el que participa la Universidad de Luxemburgo. Corasat está dedicado a investigar, desarrollar y demostrar en la práctica técnicas de radio cognitiva, que funcionan de manera similar a las rutas neuronales, con el propósito de hallar la manera más eficiente de que los sistemas de comunicaciones por satélite utilicen y compartan el espectro disponible.

Según fuentes del proyecto, ya se ha demostrado el potencial de la técnica de radio cognitiva para su uso en sistemas terrestres, mientras que la comunicación vía satélite resulta necesaria para lograr un acceso rápido y de banda ancha para todos, puesto que permite llegar incluso a zonas donde, económicamente, son inviables las redes de cable e inalámbricas. Corasat reúne estos dos elementos y trata de definir las condiciones y los casos de uso, centrándose en aplicaciones de la banda ancha pero sopesando otros servicios como la difusión interactiva (interactive broadcasting) y las aplicaciones de banda estrecha, donde la radio cognitiva podría mejorar el aprovechamiento del espectro.

Grandes logros poco conocidos

Heinrich Johann Nepomuk von Crantz no es un nombre que se oiga con frecuencia, pero fue un impulsor pionero de la aplicación de normas de higiene más estrictas mucho antes de que se documentara plenamente el vínculo entre las bacterias y las infecciones. Este obstetra, botánico y profesor luxemburgués publicó varias obras en el siglo XVIII, entre ellas «Commentatio de instrumentorum in arte obstetricia historia utilitate et recta ac praepostera applicatione» (1757) y «Materia medica et chirurgica» (1762).

Quizás sus logros sean merecedores de un mayor reconocimiento, y lo mismo podría decirse de numerosos logros de Luxemburgo que pocos conocen, ciertamente toda una constante entre los investigadores de este país, muchos de los cuales desempeñan una función clave en varios proyectos innovadores.

Un buen ejemplo de ello es el proyecto Artreat, coordinado por Sword Technologies, que produjo herramientas de apoyo a las decisiones que facilitan a los cardiólogos clínicos la tarea de proporcionar asistencia y asesoramiento personalizados en tiempo real durante operaciones, por ejemplo acerca de la inserción de endoprótesis en arterias obstruidas abiertas. En este proyecto se desarrolló un modelo informático sobre pacientes específicos en relación al aparato cardiovascular (una anatomía tridimensional del árbol arterial) que también sirve como una herramienta realista de formación para cardiólogos clínicos.

Sword Technologies ha asumido también el liderazgo del proyecto Smart-vei, cuyo propósito era diseñar y desarrollar un sistema de asistencia al conductor portátil y «predictivo-adaptable» para los vehículos inteligentes del futuro. Según el equipo responsable: «En el desarrollo de sistemas de asistencia anticipativa para los conductores (y demás ocupantes), la intención del ser humano es un dato esencial para determinar si las acciones del sistema ayudarán o más bien entorpecerán al usuario».

Los investigadores de Smart-vei consiguieron conjugar con solvencia un binomio tan complejo como el formado por la tecnología y la psicología cognitiva. La tecnología que desarrollaron debía monitorizar continuamente no sólo el entorno del vehículo y su estado, sino también el comportamiento del conductor y sus capacidades registradas para procesar la información.

A la vanguardia

Sin abandonar el campo de la investigación cognitiva, la Universidad de Luxemburgo participa en el proyecto Contrast, dedicado a desarrollar interfaces humano-ordenador (HCI) y generar un apoyo a la formación cognitiva para ayudar a personas que han sufrido un derrame cerebral a recobrar tanta autonomía como sea posible. El equipo responsable pretende reducir «las lagunas existentes entre la rehabilitación clínica y la asistencia sanitaria» con HCI fáciles de usar y adaptables automáticamente.

La red financiada con fondos europeos Digibic, que cuenta entre sus socios con el Centro de Investigación Pública Henri Tudor de Luxemburgo, está ayudando a empresas creativas de Europa a establecer y comercializar tecnologías digitales, principalmente relacionadas con el patrimonio cultural y las bibliotecas electrónicas. A través de este proyecto se promueven intercambios y la transferencia de conocimientos técnicos entre investigadores, innovadores, PYME, empresas y entidades financieras de este sector.

El Dr. Joshua Reiss, de la Universidad Queen Mary de Londres (Reino Unido), elogió la labor de Digibic por haber ayudado a su equipo a encontrar un inversor providencial dispuesto a proporcionar el capital inicial necesario para el sistema automático de producción musical que habían desarrollado con el apoyo del proyecto europeo sobre cultura digital Easaier. Aquí puede escuchar las declaraciones del Dr. Reiss.

Esta red organiza además el Premio Digibic, cuya finalidad es mostrar la repercusión del despliegue eficaz de tecnologías sobre el crecimiento y el desarrollo de empresas concretas en sectores creativos. Asimismo, recientemente los socios de Digibic publicaron una versión preliminar de un itinerario de «grandes retos» (desde la perspectiva del usuario final) a los que se enfrenta este sector. El itinerario definitivo, previsto para 2013, servirá como referencia de cara a la formulación de políticas en este importante ámbito.

Socios de fiar

Mientras que los sectores creativos despiertan la atención del público por motivos obvios, hay otros campos de investigación menos atractivos y que no reciben gran interés hasta que algo falla. Siempre «entre bambalinas», las TIC realizan tareas esenciales cada día, posibilitando el funcionamiento sin interrupciones de las redes de transporte terrestre y aéreo y también que las redes de energía se ajusten a la demanda, siempre en constante cambio.

Varias entidades luxemburguesas cumplen un papel de importancia en numerosos proyectos cuyo propósito se fundamenta en alcanzar una gran precisión, por ejemplo los sistemas de alerta, la seguridad de la información y la gestión del espectro de comunicación satelital.

El proyecto MICIE, que tiene entre sus socios a iTRUST Consulting, permitió desarrollar una herramienta (predictiva) de análisis de riesgos y sistema de alerta que identifica en tiempo real la gravedad de la amenaza que plantean diversas incidencias no deseadas para infraestructuras críticas. Dicho sistema de alerta emplea códigos de colores para establecer umbrales de distinta jerarquía (con sus acciones correspondientes) con el objetivo último de mitigar el riesgo que plantean posibles fallos peligrosos.

Por otro lado, un grupo de investigadores de la Universidad de Luxemburgo colabora con equipos de toda Europa para hacer frente a diversos riesgos al alza relacionados con la seguridad de la información. En concreto sus integrantes están desarrollando herramientas sofisticadas que permitirán predecir con más exactitud los ataques -de complejidad creciente- que reciben los sistemas de información y computación, establecer prioridades entre ellos y prevenirlos como objetivo último.

Según el equipo responsable: «Los nuevos ataques aprovechan de manera muy inteligente múltiples puntos débiles de las organizaciones relacionados con la seguridad física y el comportamiento humano». Las organizaciones objetivo de estos ataques deben determinar con rapidez cuáles son los ataques más acuciantes y peligrosos para ponerles freno. Las herramientas que se están desarrollando en el proyecto financiado con fondos europeos Trespass ayudarán a diversas organizaciones a manejarse en este entorno en rápido proceso de cambio.

Así pues, el equipo del proyecto está conjugando conocimientos de ciencias técnicas (¿qué grado de vulnerabilidad presentan los protocolos y el software?) y de ciencias sociales (¿qué grado de vulnerabilidad presentan los patrones del comportamiento humano y a qué se debe?) con el fin de determinar puntos débiles de organizaciones y sus correspondientes infraestructuras, visualizarlos y, así, ayudar a los usuarios a seleccionar las medidas correctivas más efectivas.

También hay organizaciones radicadas en Luxemburgo que están innovando en áreas tecnológicas como los medios en red, el software y servicios afines, los micro y nanosistemas, y los sistemas aplicados a infraestructuras de importancia crítica. En total, en el actual Programa Marco de investigación de la UE, el 7PM, hay ocho proyectos coordinados por entidades luxemburguesas y otros veintiocho con participación de éstas, proyectos cuyo presupuesto conjunto se aproxima a los 10 millones de euros.

Esta pequeña nación ha mantenido un nivel consistente de participación en proyectos multidisciplinares respaldados por la UE desde el 5PM, habiéndose erigido en un fuerte motor de impulso a las TIC aplicadas a la sanidad, la eficiencia energética, la gobernanza y la empresa, demostrando así que grande no siempre es sinónimo de mejor.

Los proyectos repasados en este artículo han recibido fondos del Programa de Apoyo a la Política en materia de TIC del Programa marco para la innovación y la competitividad (PIC) o el Séptimo Programa Marco de investigación.

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