Entre la selva y el apacible curso del río Tapajós, en plena Amazonia brasileña, viven los Ribeirinhos. Estos descendientes de Amerindios y colonos portugueses se están viendo afectados por las grandes implicaciones de la gestión y explotación de los recursos forestales. Su presencia en la Floresta Nacional de Tapajós, una zona protegida denominada «de utilización sostenible», ha traído indirectamente consigo una desvalorización de su sistema de producción agrícola y de sus prácticas tradicionales en algunos pueblos. Investigadores del IRD y sus colaboradores revelan que los proyectos locales de desarrollo y conservación de la biodiversidad han favorecido el extractivismo forestal, en detrimento de las actividades de subsistencia que hacen posible la autosuficiencia alimentaria de los Ribeirinhos.

Un sistema local basado en la agricultura

Los Ribeirinhos representan el grupo social mayoritario en la Amazonia brasileña. Sin embargo, hasta ahora sus conocimientos locales y su sistema de utilización de los recursos, esencialmente basado en la agricultura sobre chamizado, la caza, la pesca y la recolección de productos forestales, habían sido poco estudiados. Una investigación etnobotánica demuestra la riqueza de los conocimientos naturalistas de los Ribeirinhos. Concretamente, pone de relieve la importancia de los recursos cultivados procedentes de jardines y chamizado. Las comunidades cultivan en ellos maíz, arroz, caña de azúcar, frutales tales como naranjos, limoneros, bananos, cupuaçus , aguacates… y la yuca, pilar de la seguridad alimentaria en la región.

Hacia una pauperización

Estos trabajos, realizados en el área protegida de la Floresta Nacional de Tapajós, o «Flona Tapajós» , desvelan los peligros que entraña la escasa consideración de este sistema local de producción en las políticas de conservación y desarrollo, la cual ha llevado a los habitantes a depender, tanto desde el punto de vista financiero como para la obtención de sus recursos alimentarios, de los proyectos de desarrollo implantados en esta zona protegida «piloto»: valorización del látex en la artesanía local (cuero ecológico), comercialización del aceite de andiroba y de copaíba , valorización de los productos finales comercializables (pulpas de fruta, frutas desecadas), talleres de construcción de muebles u objetos artesanales de madera, ecoturismo, avicultura… numerosos proyectos orientados al extractivismo forestal, económicamente atractivos a corto plazo pero que han acarreado en algunos pueblos el abandono progresivo de las actividades de subsistencia, una dependencia alimentaria de los productos procedentes de la ciudad y modificaciones en las relaciones sociales que tienden a imitar progresivamente las de la ciudad – abandono del trueque a favor de los intercambios monetarizados, dependencia alimentaria de los lugareños que siguen siendo agricultores, etc. Además, los ingresos generados siguen siendo, por lo general, insuficientes y demasiado irregulares como para compensar la pérdida de producción agrícola, por lo que cabe temer que la población de estos pueblos se empobrezca a medio plazo.

Revalorizar los productos agrícolas

Los científicos recomiendan orientar en primer lugar los programas de desarrollo y gestión de los recursos de la Flona Tapajós en torno a la valorización de los productos procedentes del chamizado y los jardines, mediante una revalorización o diversificación de la producción. Uno de los ejes de actuación consiste en mejorar los precios de venta de los productos agrícolas, y más concretamente el de la harina de yuca gracias, por ejemplo, a su labelización y su venta a la ciudad. Así, los proyectos extrativistas podrían ser percibidos por los habitantes como algo complementario a su sistema local de producción, y no como una alternativa a su modo de vida.

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