Para la filósofa francesa Laurence Le Bouhellec Guyomar, “el arte no es un ejercicio genuino del gusto, ni un campo del saber, es una cuestión de diferenciación social”, por ello en lugar de universalizarlo es necesario saber relativizarlo y fragmentarlo de acuerdo a la historia que cada obra quiere contar.
El martes 22 de octubre la profesora del Departamento de Letras, Humanidades e Historia del Arte de la Universidad de las Américas Puebla, impartió la conferencia “Sociología y arte” como parte de las actividades de la Sexta Semana de la Sociología organizada por la Facultad de Sociología de la Universidad Veracruzana.
A través de un recorrido por destacados teóricos, filósofos y pensadores (sobre todo alemanes y franceses), explicó que las relaciones entre la sociología y el arte son heterogéneas y es necesario saberlas construir en la historia.
La investigadora habló de Michel Foucault, “a quien se le debe la idea de que nos movemos más que en la historia continua, en la discontinua”, plataforma epistemológica de la cual surge la fragmentación de los saberes.
Citó enseguida a Immanuel Kant, quien consideró que hay tres campos del saber: dos manejados por juicios objetivos (la ciencia y la moral) y uno por subjetivos, pero éste no lo define como arte, sino como un ejercicio de la facultad de juicio.
“A Kant le podemos echar la primera pedrada histórica porque le debemos la idea de que el arte no es saber”, dijo; “el juicio estético que él trabajó se plantea como de gusto, implicando la idea de placer o no placer del sujeto frente a esa cosa que no es ciencia ni es moral y llamamos arte”, añadió.
Enseguida retomó a Georg Wilhelm Friedrich Hegel y sus críticas sobre lo planteado por Kant. Hegel, dijo la conferencista, consideró un “error garrafal” haber asociado la palabra estética al campo del arte.
“El arte nace de una manera tan sofisticada, que es conceptual. Es un problema de contenido, no de forma y menos de estilo. Eso es lo que intenta explicar Hegel en sus lecciones sobre estética”, enfatizó.
Añadió que de acuerdo con Hegel el arte no es autónomo, sino que depende de un sistema de representación del mundo y por ende cualquier productor de una obra primero piensa en un contenido antes de desarrollar las formas.
La historiadora del arte también citó a Erwin Panofsky, Arnold Hauser, Michel Maffesoli y cerró con Pierre Bourdieu. Con base en este último, mencionó que la dinámica social es la reproducción de hábitos. Es más, señaló que la élite (social) construye su discurso a través de instituciones como las casas de subasta. “Mientras más se cotiza una obra más valor artístico tiene”.