Un estilo de vida físicamente activo y el consumo ocasional de bebidas alcohólicas se asocia con una reducción del riesgo de desarrollar deterioro visual, según un estudio publicado online este mes en Ophthalmology, la revista de la Academia Americana de Oftalmología.
El deterioro visual – la pérdida de visión a menudo provocada por patología ocular, traumatismo o una afección congénita o degenerativa, que no puede corregirse con gafas o lentes de contacto – se asocia con una calidad de vida más deficiente, y en los casos severos, con pérdida de independencia. En 2020, se proyecta que la cantidad de personas con deterioro visual en los Estados Unidos se incrementará a cuatro millones como mínimo. Se trata de un aumento del 70 por ciento con respecto al año 2000, y se debe a la población creciente de personas ancianas y la prevalencia de enfermedades oculares relacionadas con la edad.[1]
Para ayudar a determinar los modos de disminuir la carga creciente del deterioro visual, investigadores de la Escuela de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin examinaron las relaciones entre la incidencia de deterioro visual y tres conductas modificables del estilo de vida: el tabaquismo, el consumo de bebidas alcohólicas y mantenerse físicamente activo. La investigación se realizó como parte del Beaver Dam Eye Study, un estudio de cohortes basadas en la población, a largo plazo, de 1988 a 2013, en casi 5000 adultos entre 43 y 84 años de edad.
Los investigadores encontraron que en un plazo de 20 años, presentó deterioro visual un 5.4 por ciento de la población, con las siguientes variaciones en función de las conductas del estilo de vida:
— Personas físicamente activas (personas que hacen actividad regular tres
o más veces por semana): En el curso de 20 años, el 6.7 por ciento de
las personas sedentarias y el 2 por ciento de las personas físicamente
activas desarrollaron deterioro visual. Tras el ajuste por edad, estas
cifras muestran una disminución del 58 por ciento en las probabilidades
de desarrollar deterioro visual en quienes eran físicamente activos,
comparados con los sedentarios.
— Los bebedores ocasionales (quienes han consumido alcohol el año
anterior, pero comunicaron menos de una bebida en una semana promedio):
En el curso de 20 años, un 11 por ciento de no bebedores (las personas
que no han consumido alcohol en el año anterior) desarrollaron
deterioro visual, en tanto lo hizo un 4.8 por ciento de los bebedores
ocasionales. Tras el ajuste por edad, estas cifras muestran una
disminución del 49 por ciento en las probabilidades de desarrollar
deterioro visual en quienes eran bebedores ocasionales, comparados con
los que no consumían nada de alcohol.
— Si bien las probabilidades eran mayores en grandes bebedores y fumadores
frente a quienes nunca bebían en grandes cantidades y nunca fumaban,
respectivamente, las asociaciones no fueron estadísticamente
significativas.
Si bien el estudio aporta estimaciones del riesgo de las asociaciones de factores de estilo de vida con la incidencia de deterioro visual, los investigadores advierten que una limitación de su estudio, que está presente en toda investigación epidemiológica, es que los resultados pueden deberse, en parte, a factores no medidos que se relacionan tanto con conductas de estilo de vida como con el desarrollo del deterioro visual. Los datos no prueban que estas conductas de estilo de vida sean directamente responsables por un aumento del riesgo.
«Si bien la edad es habitualmente uno de los factores más fuertemente asociados en muchas patologías oculares que provocan deterioro visual, es un factor que no podemos modificar», comentó el Dr. Ronald Klein, investigador principal del estudio. «Sin embargo, las conductas del estilo de vida tales como el consumo de tabaco, el consumo de bebidas alcohólicas y la actividad física pueden modificarse. Entonces, es prometedor, en términos de posible prevención, que estas conductas se asocien con el desarrollo de deterioro visual en el largo plazo. No obstante, se necesitan más investigaciones para determinar si modificar estas conductas llevará de hecho a una reducción directa de la pérdida de visión».