Durante los últimos dos años la población de mariposas monarcas que llegan a hibernar a los santuarios de Michoacán y el estado de México ha sido la más baja en fechas recientes. Es por ello, que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) implementó un sistema de monitoreo participativo con ciudadanos y estudiantes para seguir la ruta de este lepidóptero, y conocer el fenómeno migratorio de la especie.
El doctor Oscar Ricardo García Rubio, titular de la investigación que lleva a cabo la UAQ, explica que hasta ahora el monitoreo participativo permitió colectar 251 registros positivos tomados por 24 monitores ciudadanos y 95 negativos. Los primeros se refieren al avistamiento de la mariposa en esa área, y los segundos son lugares en los que se les buscó y no se encontró al insecto.
Como no se cuenta con información de su paso por el centro del país, el propósito de la investigación es iniciar un monitoreo formal de la especie, que comenzó con un monitoreo participativo para el estado de Guanajuato.
“Este muestreo ha dejado siete veces más registros que identifica la ruta por donde migra la mariposa monarca en Guanajuato durante una temporada (otoño del 2013) que los trabajos previos para dicho estado desde 1969 que fueron 54 registros formales”, explica García Rubio.
Añade que el monitoreo de una especie de amplia distribución es una tarea abrumadora y de difícil financiamiento, además de que se carece de personal capacitado. Con la finalidad de abarcar una área extensa de muestreo a bajo costo, la opción fue capacitar a estudiantes e integrantes de organizaciones de la sociedad civil, así como a particulares interesados y oficinas de gobierno locales que puedan recabar los datos de avistamientos y conteo de la mariposa monarca.
Con los registros obtenidos por el monitoreo participativo se validó un mapa de distribución potencial que ilustra las micro rutas de migración de la mariposa en el estado de Guanajuato. Este material formará parte de un Sistema de Información Geográfica que será una herramienta fundamental en la planeación de acciones de conservación en el corto, mediano y largo plazo para esta especie.
Hasta la fecha, la investigación generó un mapa potencial de migración que se construyó con modelos matemáticos, y de los avistamientos de la ruta de migración, este material será enriquecido con los datos que se generen en el periodo de migración del invierno de 2014.
El monitoreo participativo consiste en incorporar a los miembros de una comunidad y comprometido con su entorno, ha sido empleado desde el siglo XVIII. La diferencia es que los monitores científicos se apegan al rigor de la ciencia, y el participativo se expande a los lugares más remotos de las comunidades y trabajan conforme ven a los lepidópteros.
“Establecer un programa de monitoreo significativo resulta complejo y con frecuencia no se alcanzan los objetivos por su alto costo y estos se incrementan de manera sustancial al tratar de abarcar áreas extensas, como el incremento de las muestras a procesar o el número de participantes en el monitoreo”, indica el doctor.
Es importante mencionar que existen varias rutas de migración de la mariposa monarca, una va de Estados Unidos hacia la isla de Cuba; las otras dos rutas conocidas son la que desciende del sur de Canadá y se divide en dos grupos a partir de las Montañas Rocallosas. De ahí, la población del oeste llega a las costas de California y la población del Este atraviesa el sur de Ontario y oeste medio de Estados Unidos, después traviesa Missouri, Kansas, Oklahoma, Arkansas y Texas hasta llegar al norte de México.
El doctor García Rubio explica que existen varios reportes formales de la ruta de la mariposa, incluso hay registros dentro de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, pero con pocos registros que den las coordenadas geográficas.
“Después existe un vacío de información para el estado de Querétaro, mientras que para San Luis Potosí y Guanajuato faltan datos que corrobore el tramo final de la migración, que es su hibernación en las montañas de Michoacán y el estado de México, la mayoría llega en octubre y principios de noviembre, y emprenden el viaje de regreso a finales de marzo”.
Este trabajo –explica el doctor García Rubio- se suma a las iniciativas El Correo Real y Monarch Watch en América del Norte que ha seguido la ruta de la mariposa monarca en el norte de México y Estados Unidos.