La Staatliche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) o simplemente la Bauhaus, fue la escuela de, diseño, arte y arquitectura fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y cerrada por las autoridades prusianas en manos del partido nazi.
La palabra bauhaus proviene de Bau = edificio y Haus = casa. En otras palabras, dignifica «casa de la arquitectura»; irónicamente, a pesar de su nombre y del hecho de que su fundador fue un arquitecto, la Bauhaus no tuvo un departamento de arquitectura en los primeros años de su existencia.
El 1º de abril de 1919 Walter Gropius fue nombrado director de la Kunstgewerbeschule —Escuela de Artes y Oficios o de Artes Industriales— y de la Hochschule für Bildende Kunst —Escuela de Bellas Artes o de Artes Plásticas de Weimar, ya con la intención de combinarlas para «unificar sus actividades y eliminar las diferencias entre artistas y artesanos», como señala la Enciclopedia Hispánica Platinum (2003). Ese es el día que se considera instaurada la escuela Staatliches Bauhaus que significa «Casa de la Construcción Estatal» e inició operaciones ya como tal un poco después, el el 25 de abril de 1919.
Para la fundación de la escuela, Gropius reunió un conjunto de estudios, talleres de máquinas, oficinas administrativas y casas de profesores en un grupo admirable de cubos entrelazados e interrelacionados. Las unidades menores tenían fachadas a lo Modrian; otros como el taller o sala de máquinas, eran estructuras abiertas con paredes de cristal.
Gropius, de acuerdo con su pensamiento socialista, adoptó la idea de una necesaria reforma de las enseñanzas artísticas como base para una consiguiente transformación de la sociedad burguesa de la época, y para ello tomó los principios establecidos por William Morris -escritor y artesano inglés del siglo XIX- y el movimiento Arts & Crafts.
Varias personas supieron de la existencia de la escuela y comenzaron a matricularse. Ya el cuadro de profesores estaba formado, incluyendo al arquitecto Johannes Itten, quien dio unas palabras en la inauguración de la Escuela. Poco después, este profesor se encargaría del curso preparatorio que pasarían los alumnos al inicio de la carrera.
Dentro de la escuela, existían diversos talleres como encuadernación, carpintería, textil, escultura, arquitectura, urbanización.
La primera fase (1919-1923) fue idealista y romántica, la segunda (1923-1925) mucho más racionalista.
Por diversas presiones y críticas, en 1925 la Bauhaus fue trasladada a la ciudad industrial de Dessau, concretamente a un nuevo edificio de estilo racionalista proyectado por el mismo Gropius. Ese fue el comienzo de su tercera (1925-1929) durante la cual -la ya para entonces denominada “Escuela de Diseño”- alcanzó su mayor esplendor.
Los nazis y la Bauhaus
Cuando los nazis llegaron a Dessau en 1932 dejaron de ayudar financieramente a la famosa institución.
Su nuevo director, Mies van der Rohe, decidió trasladarla a Berlín, donde estuvo hasta que fue ordenada su clausura el 11 de abril de 1933 por las autoridades alemanas nazis. Su cierre se debía a que la Bauhaus era una institución privada considerara socialista, internacionalista y judía, y por tanto estaba entre las repulsas del gobierno nacionalsocialista.
Tanto Miës van der Rohe como los profesores y alumnos, perseguidos por el régimen recién electo, huyeron del país y se instalaron en Estados Unidos. Allí, Gropius fue nombrado profesor de la Universidad Harvard, mientras que Lazlo Moholy-Nagy -un profesor de la antigua Bauhaus- estableció el Instituto de Diseño de Chicago, conocida como la New Bauhaus (basándose en los principios de la Escuela cerrada por los nazis) y Van der Rohe influyó en la arquitectura de dicha ciudad. La Bauhaus se mantuvo «activa» hasta la Guerra Fría.
La fundación de la Bauhaus se produjo en un momento de crisis del pensamiento moderno y la racionalidad técnica occidental en el conjunto de Europa y particularmente en Alemania. Su creación se debió a la confluencia de un conjunto de desarrollo político, social, educativo y artístico en las dos primeras décadas del siglo XX, cuya especificidad está dada por las vanguardias artísticas de comienzo de siglo.
La modernización conservadora del Imperio alemán durante la década de 1870 mantuvo el poder en manos de la aristocracia. Esto exigía también, del militarismo y el imperialismo para mantener la estabilidad. Para 1912 el auge de los izquierdistas permeó las posiciones políticas con conceptos de la solidaridad internacional y de establecer el socialismo contra el nacionalismo imperialista. Sectores del proletariado demuestran una creciente capacidad de organización, cuestión que es forzosamente potenciada por la hiperinflación alemana y la cada vez más evidente crisis económica.
Al igual que otros movimientos pertenecientes a la vanguardia artística, la Bauhaus no se marginó de los procesos políticos-sociales, manteniendo un alto grado de contenido crítico y compromiso de izquierda. La Bauhaus -como demuestran los problemas que tuvo con políticos que no la veían con simpatía- adquirió la reputación de ser profundamente subversiva.