Desde 1981, las militantes en favor del derecho de la mujer observan el 25 de noviembre como el día contra la violencia. La fecha fue elegida como conmemoración del brutal asesinato en 1960 de las tres hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), activistas políticas de la República Dominicana, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo.
En esta conmemoración el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a los asociados de la ONU para atender la gran necesidad insatisfecha de recursos, del Fondo Fiduciario de las Naciones Unidas en apoyo de las medidas para eliminar la violencia contra la mujer, que ayude a responder a las violaciones de los derechos humanos y a necesidades que van desde la integridad física hasta la seguridad económica. “Si bien la demanda de recursos del Fondo se ha duplicado con creces en los últimos años, los montos que ha podido distribuir han disminuido un 60%”, lamentó.
El 17 de diciembre de 1999, a través de la resolución 54/134, la Asamblea General declaró el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, e invitó a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las organizaciones no gubernamentales a que organicen en ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto al problema de la violencia contra la mujer.
Las estadísticas sobre el tema marcan que:
Hasta un 70% de las mujeres sufren violencia en su vida
Entre 500.000 y 2 millones de personas se calcula que son victimas cada año de trata, lo que las lleva a la prostitución, a realizar trabajos forzados, a la esclavitud o a la servidumbre; las mujeres y las niñas representan alrededor del 80% de esas víctimas
Se calcula que más de 130 millones de mujeres y niñas que viven hoy en día han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina, sobre todo en África y en algunos países de Oriente Medio
El coste de la violencia doméstica en los Estados Unidos supera los 5.800 millones de dólares anuales, de los que 4.100 millones corresponden a servicios médicos y sanitarios. A la vez, las pérdidas de productividad suponen cerca de 1.800 millones de dólares.
La violencia contra la mujer es una violación de los derechos humanos, es consecuencia de la discriminación que sufre, tanto en leyes como en la práctica, y la persistencia de desigualdades por razón de género
La violencia contra la mujer afecta e impide el avance en muchas áreas, incluidas la erradicación de la pobreza, la lucha contra el VIH/SIDA y la paz y la seguridad