El equipo de la misión Rosetta ha identificado cinco lugares en los que podría aterrizar el módulo Philae, en lo que será el primer aterrizaje sobre un cometa de la historia.
El proceso de selección del lugar idóneo para el aterrizaje es muy complejo. La zona tiene que satisfacer las necesidades técnicas del satélite y las del módulo Philae durante las fases de separación, descenso y aterrizaje. Asimismo, tiene que ser relevante para las operaciones en superficie de los 10 instrumentos científicos que transporta el módulo.
La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) logró el objetivo de alcanzar al cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko el pasado 6 de agosto. Antes de la llegada de la sonda europea no se disponía de información sobre la superficie de 67P.
El cometa recorre una órbita heliocéntrica –alrededor del Sol– cada 6,5 años. Ayer se encontraba a 522 millones de kilómetros del astro. Cuando alcance el punto de máxima aproximación –a una distancia de 185 millones de km– la intensidad de la radiación solar será ocho veces superior a la actual. Rosetta y el cometa alcanzarán este punto el 13 de agosto de 2015, en algo menos de un año.
Está previsto que el módulo Philae aterrice a mediados de noviembre, cuando el cometa todavía se encuentre a unos 450 millones de km del Sol, y antes de que la actividad del cometa alcance un nivel que pudiera poner en peligro la maniobra o alterar la composición de la superficie.
Rosetta utilizará su conjunto de instrumentos científicos para observar cómo evoluciona el cometa a medida que aumenta su temperatura y cómo se altera su superficie.
Por su parte, el módulo Philae tomará datos complementarios sobre el terreno, en la superficie del cometa.
El satélite y el módulo de aterrizaje trabajarán juntos en el experimento Consert, enviando y detectando ondas de radio a través del interior de la roca helada, para estudiar su estructura interna.