¿Qué fenómeno permitió la expansión demográfica de los agricultores bantúes en África y generó su diferenciación genética con respecto a las comunidades pigmeas de cazadores-recolectores? Hasta ahora, los científicos pensaban que la aparición de la agricultura en el continente hace 5.000 años había desempeñado un papel fundamental. Sin embargo, un equipo internacional, entre los que se encuentra un investigador del IRD, revela que la historia de estos pueblos se desarrolló mucho antes. Según un amplio estudio genómico, ambos tipos de poblaciones serían el resultado de varias decenas de miles de años de adaptación a sus diferentes medios. Por su parte, el boom demográfico de los ancestros de los bantúes data de entre 7.000 y 10.000 años, lo que pone en cuestión el impacto de la agricultura que apareció más de 2.000 años más tarde.

La agricultura, ¿elemento desencadenante de la historia?

La agricultura constituyó una importante revolución tecnológica, cultural y medioambiental para la humanidad. En particular en África central, donde modificó profundamente los paisajes y los modos de subsistencia de las poblaciones subsaharianas desde su aparición hace 5.000 años. Hasta ahora se asumía que el desarrollo de esta práctica, gracias a la abundancia de los recursos creados, había permitido la expansión demográfica y geográfica de las poblaciones que la habían adoptado, denominadas más adelante \’los bantúes\’ en África. Este pueblo de agricultores se habría diferenciado entonces genéticamente poco a poco de las comunidades pigmeas de cazadores-recolectores que vivían en los bosques. Un estudio genómico, publicado en la revista Nature Communications, acaba de cuestionar esta hipótesis.

Eventos más antiguos

Estos trabajos, llevados a cabo en África central, muestran un escenario totalmente distinto: la diferenciación genética entre los pigmeos y los ancestros de los bantúes, así como el crecimiento demográfico de estos últimos, habría ocurrido antes de la aparición de la agricultura en el continente. Los investigadores han analizado el genoma de más de 300 personas, la mitad campesinos agricultores y la otra mitad pigmeos. Parece que la diferenciación genética de las dos poblaciones es antigua y resulta de varias decenas de miles de años de adaptación a sus diferentes medios. Además, los ancestros de los bantúes experimentaron una fuerte expansión de su población hace entre 7.000 y 10.000 años, es decir, más de 2.000 años antes de la aparición de la agricultura. Este boom demográfico los habría empujado a cultivar la tierra para cubrir sus necesidades y no al contrario.

Intercambios tardíos pero intensos

Otro descubrimiento de dicho estudio es que efectivamente se produjo una mezcla genética entre ambas sociedades en un momento determinado de la evolución, pero se produjo mucho más tarde de lo que los científicos pensaban, hace solo 1.000 años, a pesar de los contactos que los Pigmeos y Bantús mantienen desde hace 5.000 años. El hecho de que ambas poblaciones se hayan frecuentado durante 4.000 años sin mezclarse genéticamente pone de manifiesto sus estructuras socioeconómicas específicas y el estatuto particular que han tenido durante mucho tiempo los pigmeos ante sus contemporáneos. Sin embargo, desde hace mil años, esta mezcla se realiza intensamente: el genoma de las comunidades pigmeas presenta en la actualidad hasta el 50% de material genético heredado de sus vecinos agricultores.

Al poner en entredicho el impacto del descubrimiento de la agricultura en la historia genética y demográfica africana, estos trabajos destacan una cuestión fundamental: ¿qué fenómeno permitió el auge de los ancestros de los bantúes? Los investigadores exploran actualmente factores medioambientales.

Información bibliográfica completa

Patin E., Siddle K. J., Laval G., Quach H., Harmant C., Becker N., Froment Alain, Regnault B., Lemee L., Gravel S., Hombert J. M., Van der Veen L., Dominy N. J., Perry G. H., Barreiro L. B., Verdu P., Heyer E., Quintana-Murci L. The impact of agricultural emergence on the genetic history of African rainforest hunter-gatherers and agriculturalists. Nature Communications, 2014, 5, art. 3163. ISSN 2041-1723
DOI: 10.1038/ncomms4163

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