La apiterapia (uso terapéutico de los productos de las abejas) sirve como tratamiento complementario, contra el cáncer. La alta concentración de vitaminas presentes en los productos de las abejas mejora el flujo sanguíneo y el sistema inmunológico en pacientes con cáncer, revela una investigación realizada en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia.
Los resultados también evidenciaron que el desarrollo de tumores en pacientes diagnosticados con la enfermedad es menor, es decir, este tipo de productos funcionan como agente reductor de expansión de células cancerígenas en el sector afectado.
Andrés Jagua, médico cirujano de la U.N., y la Sociedad Colombiana de Apiterapia desarrollaron esta investigación centrada en corroborar científicamente que es posible que los derivados de estos preciados insectos sean útiles en el tratamiento del cáncer.
El experto destaca que estudios observacionales realizados a nivel mundial evidencian que las personas que trabajan en cultivos de abejas tienen una menor frecuencia de aparición de cáncer.
Así comprobaron que la alta concentración de vitaminas mejora diferentes funciones del organismo, como el flujo sanguíneo y el sistema inmunológico, lo cual, aplicado a un paciente con cáncer, representa la disminución de los síntomas provocados por el tratamiento principal.
Pese a los hallazgos, el médico advierte que la apiterapia no puede usarse como tratamiento definitivo, pues se trata de una enfermedad tan compleja y particular que requiere de muchas opciones para ser combatida. No obstante, sí es una colaboración en el proceso de recuperación del paciente.
Apoyo terapéutico
En casi el 90 % de los diagnósticos positivos, se asigna un tratamiento que combina radioterapia, quimioterapia y cirugía, sin embargo, debe profundizarse en cada caso particular para dar un diagnóstico preciso que lleve a la disminución del tumor.
Opciones de apoyo terapéutico como la acupuntura y la terapia neural deben tenerse en cuenta, además de la apiterapia.
“En ratones se aplicó esta técnica con el fin de evaluar cómo se comporta el organismo y se encontró que puede funcionar como alternativa en tipos de cáncer como el de seno, hígado, próstata, huesos y de sistema nervioso central”, explicó.
Esta investigación en sus inicios fue netamente bibliográfica, pero con el tiempo se comenzó a aplicar como tratamiento complementario, es decir, a personas que se hacen quimioterapia o radioterapia se les recomienda la aplicación del veneno de abejas y el consumo de miel o propóleo para conseguir mejores resultados.
Cada vez surgen más posibilidades de tratamientos para el manejo del cáncer y de los síntomas del tratamiento central, lo que abre un gran horizonte futuro para todos los pacientes que padecen esta patología.