El futuro nos está alcanzando y muchos desastres nos esperan, vaticinó Armando Rivas Hernández, del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) de Jiutepec, Morelos.
Refirió que en los últimos años, a falta de sistemas que ayuden al tratamiento de agua, los humedales han tomado relevancia en países como Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, Inglaterra, Alemania, entre otros, debido a la necesidad por desarrollar nuevas alternativas con menores costos.
Según Rivas Hernández, en México se cuenta con ciertas condiciones que favorecen el tratamiento de agua, climas adecuados para su uso, gran luminosidad, biodiversidad de especies y actualmente hay construidos y en operación 100 humedales en toda la República.
El biólogo ahondó acerca de su experiencia en el uso de humedales construidos para la protección de la calidad del agua, e hizo un llamado a no confiarse en las apariencias. “Parece que tenemos mucha agua, pero no es así”, aseveró.
Pese a que 70 por ciento de la superficie de la Tierra está cubierta por agua, 97.5 por ciento es salada y sólo 2.5 por ciento es dulce, pero de este último porcentaje sólo uno por ciento es consumible, pues gran parte está congelada en los glaciares y otro tanto se presenta como humedad en el suelo, o permanece en capas acuíferas subterráneas e inaccesibles.
Aseguró que el tratamiento de agua no es un proceso sencillo de realizar y mencionó algunos de los factores que contribuyen y agudizan el problema: el incremento de la población, cambios climáticos (sequías, deshielos, inundaciones, desabasto de alimentos, migraciones, enfermedades), deterioro de la calidad del agua (contaminación, insuficiencia y deficiencias de plantas de tratamiento de aguas residuales), uso ineficiente del agua (grandes pérdidas por mal uso, 50 por ciento en riego de cultivos), disminución de la cobertura forestal (disminución de agua freática, aumento de la temperatura, inundaciones, erosión), disminución de la infiltración del agua por incremento de áreas pobladas, entre otras problemáticas.
Por ello, la disponibilidad del agua ha disminuido drásticamente en los últimos 50 años y cada vez hay menos agua para consumo humano, precisó. Asimismo, el desbordamiento de ríos como en Yautepec, Morelos, refleja la creciente problemática y la necesidad de un verdadero y efectivo plan de acción.
Durante su conferencia “Sistemas de humedales. Una alternativa para el manejo, tratamiento y mejoramiento de calidad del agua”, como parte del Simposio de Otoño Hidrobiológico, el investigador mostró un hecho vergonzoso al cual ha contribuido la sociedad en general. “Se trata de una isla de basura en el océano Atlántico. Justo a la mitad del Atlántico existe un área denominada ‘Vórtex plástico’ en la que, debido a las corrientes, se acumulan más de cinco millones de toneladas de basura procedente de Asia, Canadá y Estados Unidos. Esta isla de basura descubierta en 1997 por Charles Moore, en su superficie equivale a cuatro veces el tamaño de Japón”.
Armando Rivas opinó: “Los desechos plásticos de tamaño mediano están mezclados con diminutas partículas de este mismo material que resultan prácticamente invisibles y convierten el océano en una especie de sopa venenosa, que intoxica a peces y aves marinas y que, en última instancia, puede alcanzar al ser humano a través de la cadena alimenticia”.
Citó un texto de Alejandro Páez publicado en Crónica: “Más de mil 200 (60 por ciento) de las dos mil 29 plantas tratadoras de aguas residuales existentes en el país no funcionan, y otro gran porcentaje de las restantes lo hace a medias por los altos costos de energía eléctrica, lo que impacta en los niveles de contaminación del medio ambiente.
”Gran número de estas plantas están a cargo de los municipios del país, la mayoría de ellos en quiebra, por lo que sus gobernantes lo primero que recortan son los gastos en electricidad, pues ven esta función como algo secundario en su gestión.”
Lo que reitera la constante de los diferentes gobiernos en México, el alejamiento casi total de la problemática social, pero por otra parte está el problema de la contaminación.
Los principales contaminantes presentes en aguas residuales son orgánicos (nitrógeno y fósforo) e inorgánicos (arena, sales y minerales), metales pesados (cadmio, cobre, cromo, plomo, mercurio, selenio y zinc). Esto propicia una selección más exhaustiva de los procesos a utilizar y es necesario voltear la mirada a los condicionantes.
Algunos de los aspectos más importantes que condicionan la selección de las plantas acuáticas son la adaptabilidad al clima local, tolerancia a concentraciones adversas de contaminantes, resistencia a insectos y enfermedades, facilidad de control y alta transferencia de oxígeno.
Rivas Hernández hizo un comparativo y clasificó la gran variedad de procesos de humedales existentes en humedales naturales (autóctonos, artificiales) y de tratamiento, cuyo proceso es muy complejo.
El investigador enunció una serie de tecnologías que pueden ayudar en este sentido y se dividen en naturales (lagunas de estabilización, humedales) y mecanizadas (lodos activados, filtros rotatorios, zanja de oxidación, torres de oxidación y filtros personalizados).
A su vez expuso la clasificación de los sistemas y tratamientos de aguas residuales e hizo un comparativo de las tecnologías, tipos de reúso, mecanismos de remoción y factores de transporte de oxígeno de algunas plantas acuáticas, entre otros temas.
Finalmente, llamó a la comunidad universitaria a prepararse bien y formar redes de colaboración con estudiantes de otros institutos a nivel nacional e internacional, ya que no queda mucho tiempo; el hombre acaba con los recursos naturales y el planeta no es sustentable.
Asimismo los invitó a no seguir con ese letargo que hace creer a los jóvenes que son eternos y a que hagan con su tiempo algo importante.