Octavio Castillo Reyes, colaborador del núcleo académico del posgrado en telemática de la Universidad Veracruzana (UV), realiza una investigación doctoral en la Universidad Politécnica de Cataluña, España, y como parte de la misma desarrolla un código para la exploración petrolera a través de métodos electromagnéticos, utilizando la supercomputadora MareNostrum del Centro de Supercomputación de Barcelona (BSC).
Castillo Reyes dictó la conferencia “Soluciones HPC para el sector energético: desafíos y oportunidades” en el Centro de Ciencias de la Tierra (CCT) de la UV; explicó el interés de la industria petrolera en aplicar un área de la informática conocida como Cómputo de Altas Prestaciones (HPC).
“Estoy desarrollando un código para la exploración petrolera a través de métodos electromagnéticos, la intención es reducir la incertidumbre para las empresas, se trata de un nuevo módulo que se está adhiriendo al software que ya se encuentra en producción”, explicó.
La finalidad de este tipo de proyectos es lograr una mejor simulación de los problemas que se presentan en la exploración petrolera que efectúa la compañía Repsol para implementarla en el código de producción, apuntó.
Por otro lado, la HPC abarca todos aquellos principios, métodos y técnicas que permiten abordar problemas con estructuras de cómputo complejas y de altos requerimientos; la resolución de estos problemas involucra conjuntos masivos de datos, una gran cantidad de variables y complejos procesos de cálculo.
El BSC es un centro de investigación dedicado a arquitectura de supercomputadoras, tiene cuatro departamentos que se dedican a utilizar las computadoras del centro, adscrito a la Universidad Politécnica de Cataluña, recibe apoyo del gobierno español y de industrias privadas para desarrollar investigación a través de operaciones numéricas y modelos matemáticos.
Los métodos de exploración geofísica implican que en el BSC se simulan problemas electromagnéticos, “es una tendencia en la industria privada a nivel internacional que ha dado muy buenos resultados”, dijo.
Más de 70 por ciento de los hidrocarburos que se extraen provienen de pozos maduros que están en su última etapa de vida, por ello las empresas necesitan encontrar nuevos yacimientos.
“Las empresas han entendido que quien mejor computa, compite mejor”, añadió, y los modelos geofísicos para la exploración petrolera contienen millones de datos en sus parámetros, por tal razón se hace necesario utilizar arquitectura de supercómputo para aplicarlos.
A partir de modelos sismológicos se obtiene la información por medio de sonar y radar, una vez que se tiene la imagen se agregan más datos; “en el mar hay un barco que genera un campo electromagnético y bajo la superficie marina hay sensores que detectan la respuesta del lecho marino, esta información es la que nos dan como entrada para poder trabajarla”.
El código que Castillo Reyes desarrolla tiene diversas aplicaciones, no sólo para la exploración sino también para aviación y aeronáutica, además beneficiaría sobre todo en la reducción de costos para las empresas.
Señaló que estos códigos han reducido el rango de incertidumbre, que varía entre 30 y 70 por ciento, particularmente; precisó que “en el Golfo de México se conoce muy poco acerca de las propiedades del manto acuífero y se tienen que hacer simulaciones a través de modelos matemáticos, con ellos las empresas petroleras saben dónde es más fácil ir a pinchar, no sólo en la perforación sino también en la extracción”.
Este código en particular es funcional, es decir, está en operación y lo utiliza la empresa Repsol en sus simulaciones desde hace cinco años, abundó; “lo que nosotros estamos haciendo en esta parte del proyecto es adaptar un nuevo módulo que permite tanto mejorar las capacidades del software como modelar nuevos casos y nuevas aplicaciones”.
Expresó además que la vinculación con el CCT es a través del investigador Carlos Welsh, ya que ambos participaron en el posgrado en telemática de la UV, adscrito a la Facultad de Contaduría y Administración, “somos colaboradores en el núcleo académico de este posgrado”.
Hace año y medio viajó a España para realizar su doctorado, no se perdió el vínculo y ahora acude como invitado al seminario de investigación que coordina Carlos Welsh en dicho centro.