Aunque el pingüino macaroni (Eudyptes chrysolophus) parezca tener nombre de pasta, su denominación tiene un origen más extravagante y se remonta a la Inglaterra del siglo XVIII. En esa época, los hombres obsesionados con la moda europea que llevaban plumas en pelucas y sombreros y tenían una pose rimbombante recibían el término peyorativo de macaroni.
Aunque estos pingüinos blancos y negros no se comporten de una forma exagerada, las plumas amarillas de la parte alta de su cabeza han hecho que se les relacione con estos caballeros de hace más de doscientos años. La excentricidad de su penacho recuerda a las plumas que adornaban las cabezas de los británicos entusiasmados con las modas continentales.
Esta ave marina es la especie de pingüinos más numerosa. Sin embargo, ha sido clasificada como vulnerable por la organización BirdLife International debido a que su población se ha reducido en un 30% en las últimas tres generaciones.