Los océanos son el corazón de nuestro planeta. De la misma forma que los latidos del corazón hacen que la sangre circule por todo el cuerpo, los océanos conectan a las personas de todo el mundo, con independencia de donde vivan. También regulan el clima, alimentan a millones de personas, producen oxígeno, son el hábitat de una gran variedad de seres vivos y nos proporcionan medicinas y muchos más recursos, apunta la Organización de las Naciones Unidas al conmemorar este 8 de junio el Día Mundial de los Océanos.
Pero el corazón del planeta está enfermo, está sucio.
Y para proteger se salud «es crucial para nosotros conocer su estado actual y comprender los efectos que le causan las actividades humanas y el cambio climático», apuntó Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, quien refirió que en diciembre pasado, la Asamblea General acogió con beneplácito la Primera Evaluación Integrada del Medio Marino a Escala Mundial, una evaluación científica verdaderamente mundial del estado de los océanos
El lema de este año es «Unos océanos sanos, un planeta sano», pero lamentablemente, algunas actividades humanas, como la pesca ilegal, las prácticas de acuicultura insostenibles , la contaminación marina y la destrucción del hábitat y las especies exóticas, así como el cambio climático y la acidificación de los océanos, tienen un impacto negativo sobre los océanos y los mares.
El especial se pone atención en la contaminación por plásticos, la cual es una amenaza grave, porque el plástico se degrada muy lentamente y contamina las vías fluviales durante mucho tiempo. Además, la polución de los plásticos perjudica a la salud de los animales marinos, incluido el zooplancton, pues confunden las micro partículas con alimento, Los científicos temen incluso que tenga efectos dañinos en la salud humana, enfatiza la ONU en su comunicado sobre éste día.
«La salud de los océanos es fundamental para sustentar la vida en la Tierra. Los océanos regulan el clima y proporcionan una amplia gama de servicios, incluidos recursos naturales, alimentos nutritivos y empleos que benefician a miles de millones de personas», señala Ban Ki-moon.
«Ahora sabemos que, si bien los océanos parecen no tener límites, sí es limitada su capacidad para soportar las actividades humanas, sobre todo porque también deben afrontar las amenazas que les plantea el cambio climático», puntualizó para luego llamar a que se adopten «medidas urgentes a escala mundial» para aliviar a los océanos del mundo de las muchas presiones a que se ven sometidos, «y para protegerlos de peligros futuros que puedan sobrepasar los límites de su capacidad».
La salud de los océanos -agregó- también desempeñará un papel esencial en la adaptación al cambio climático y la mitigación de sus efectos, en el contexto de nuestros esfuerzos por aplicar el Acuerdo de París.