Investigadores del Laboratorio de Radón de Galicia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) han confirmado la relación entre mayores niveles de concentración de gas radón en los domicilios y el cáncer de esófago.
El estudio, publicado en el International Journal of Radiaton Biology, consigue demostrar una relación directa entre la acumulación de gas residencial y la mortalidad por esta enfermedad.
Para realizar el trabajo, los investigadores midieron la concentración de este gas en más de 3.500 domicilios gallegos y lugares de trabajo y descubrieron que los municipios con una mayor concentración de radón residencial presentan también mayor mortalidad por cáncer de esófago entre los varones no fumadores.
El profesor Alberto Ruano de la USC lidera esta investigación en la que también participaron expertos del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III.
Este mismo equipo publicó recientemente los resultados de otro estudio que concluye que existe una fuerte asociación entre radón residencial y cáncer pulmonar, y actualmente trabaja en una investigación que se centra en sujetos nunca fumadores y que también relaciona el radón residencial con un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Asimismo, el Laboratorio de Radón de Galicia acaba de conseguir la financiación necesaria para profundizar en el proceso biológico por el cual el radón produce este cáncer. Dirigida por el profesor Miguel Barros, la investigación analizará durante los próximos tres años a 1.400 sujetos.
Se acumula en ambientes cerrados
El gas radón es un carcinógeno humano reconocido por la Organización Mundial de la Salud que se acumula de manera natural en el interior de los domicilios y otros ambientes cerrados.
De hecho, el radón residencial es la primera causa de cáncer de pulmón en sujetos no fumadores y el segundo factor de riesgo de esta enfermedad en fumadores.