La Academia Americana de Oftalmología (American Academy of Ophthalmology) dio a conocer los resultados de una encuesta de Harris Poll que indica que la mayoría de los estadounidenses desconoce que el consumo de algunos medicamentos comunes y que el hecho de tener ojos claros puede hacer que las personas sean más vulnerables a la exposición a los rayos UV, un factor que contribuye a determinados tipos de enfermedades y afecciones oftalmológicas.

Los estudios han demostrado que, además del cáncer de piel, la exposición acumulada a los rayos ultravioletas del sol puede aumentar el riesgo de enfermedades oculares como cáncer de ojo y cataratas, una importante causa de ceguera en todo el mundo. La intensa exposición a los rayos UV también puede producir ceguera temporaria, conocida como fotoqueratitis, mientras que una exposición prolongada al sol se asocia con crecimientos como el pterigión u ojo de surfista.

Para evaluar cuánto saben los estadounidenses sobre los riesgos que representan los rayos UV para la salud ocultar y qué hacen las personas para protegerse, la Academia Americana de Oftalmología -la mayor asociación del mundo para oftalmólogos y cirujanos oftalmológicos- encargó una encuesta nacional de Harris Poll con más de 2,000 adultos. Los resultados revelaron dos importantes ausencias de conocimiento sobre la seguridad en materia de UV:

    —  Un tercio de los adultos utilizan medicamentos que podrían aumentar la
        fotosensibilidad o aumentar la susceptibilidad a daños causados por los
        rayos UV. Sin embargo, el 49 por ciento desconoce o no cree que esos
        medicamentos puedan producir fotosensibilidad. Estos medicamentos
        fotosensibilizantes[1] incluyen antibióticos que contienen tetraciclina
        o fluoroquinolones (como Cipro), algunas pastillas anticonceptivas y
        estrógenos, además de ciertos analgésicos antiinflamatorios, como el
        ibuprofeno (Advil) y el naproxeno sódico (Aleve).[2]
    —  Más de la mitad (54 por ciento) de los estadounidenses tienen ojos claros
        (azules, verdes o pardos), pero solamente 1 de cada 3 (el 32 por ciento)
        de quienes tienen ojos claros y el 29 por ciento del total de
        encuestados sabe que los ojos claros son más susceptibles al daño por
        los rayos UV. Si bien las personas con ojos de cualquier color pueden
        tener enfermedades oftalmológicas relacionadas con los rayos UV, los
        ojos claros y la exposición al sol se asocian con un aumento en el
        riesgo de tipos raros de cáncer como melanomas del iris y uveal.[3]
Los oftalmólogos recomiendan que todas las personas -en especial las que tienen mayor fotosensibilidad- deben usar gafas de sol con una protección del 100 por ciento contra los UV. Si bien la encuesta determinó que el 83 por ciento de los estadounidenses usan gafas de sol, solamente la mitad (el 47 por ciento) dijo que controlan la etiqueta de protección de UV antes de comprarlas. Además, menos de un tercio (el 32 por ciento) se ocupa de que sus hijos usen gafas de sol que bloquean los rayos UV.

‘»El uso de gafas de sol con una protección del 100 contra los rayos UV es una de las cosas más fáciles y más importantes que niños y adultos pueden hacer para proteger la salud de sus ojos'», dijo la oftalmóloga Anne Sumers, M.D., representante clínica de la Academia Americana de Oftalmología. ‘»No se trata tan solo de la moda o la comodidad, sino de preservar su vista. Haga de las gafas de sol una prioridad, en especial, si tiene ojos claros, trabaja al aire libre o toma determinados medicamentos'».

Consejos para proteger sus ojos

La Academia Americana de Oftalmología da las siguientes recomendaciones para proteger los ojos de la dañina radiación ultravioleta:

    —  Elija gafas que bloqueen el 100 por ciento de los rayos UV. Use
        solamente gafas que bloqueen los rayos UV-A y UV-B y que estén
        etiquetados como de protección ‘»UV400′» o ‘»100% UV'». No se guíe por el
        color de las gafas que no indica la potencia de la protección de los
        UV. Los modelos con diseño ajustado y envolvente son los que ofrecen
        mejor cobertura.
    —  Use gafas aún si el día está nublado. Los dañinos rayos UV pueden
        atravesar las nubes y quemar la piel y los ojos incluso cuando el cielo
        está cubierto.
    —  Ponga una protección. Use un sombrero de ala ancha, además de gafas de
        sol y pantalla solar. Los estudios han demostrado que los sombreros
        reducen el riesgo de enfermedades oculares relacionadas con una
        exposición prolongada a los rayos UV.[4]
    —  Las píldoras y los rayos no siempre se llevan bien. Determinados
        medicamentos pueden producir una mayor sensibilidad a la luz de sol, por
        lo que se debe tomar precauciones especiales si se está siguiendo
        alguno de esos tratamientos.
    —  Cuídese del sol, la arena y el agua. Cuando esté en la playa o en la
        piscina, recuerde que los rayos que reflejan la arena, el agua o el
        pavimento pueden quemar sus ojos.
    —  No dependa totalmente de las lentes de contacto. Las lentes de contacto
        pueden tener protección contra los rayos UV, pero no pueden proteger
        todo el ojo de los rayos dañinos que aumentan el riesgo de enfermedades
        y ceguera. Recuerde sus gafas de sol que ofrecen más protección.

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