Los países que forman el grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) son importantes por sus recursos y por la influencia que tienen en algunas áreas de las regiones de las que forman parte, pero no tienen capacidad para sustituir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM) como fuente de financiamiento para los gobiernos que requieran recursos, señaló la doctora Gabriela Correa López, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Al referirse al anuncio, en la Sexta Cumbre de BRICS, de la creación de las primeras instituciones de esta asociación: un Banco de Desarrollo y un Fondo de Reserva de Divisas, la académica del Departamento de Economía de la Unidad Iztapalapa consideró que no tienen capacidad incluso para financiarse a ellos mismos en caso de que alguno tuviera una situación crítica.
La intensidad que presentaron las crisis financieras más recientes como la de septiembre de 2008, recordó la especialista, obligó al FMI a refinanciarse y pedir préstamos a bancos centrales para disponer de capital con el cual enfrentar el financiamiento de países en problemas.
El nuevo Banco de Desarrollo BRICS tendrá un capital inicial de 100 mil millones de dólares, comparativamente, el Banco Mundial autorizó en 2013 préstamos por 205 mil millones de dólares que representan el 27 por ciento de su capital social, con esta información se observa lo limitado de esta nueva banca.
La otra institución, que operará como un Acuerdo Contingente de Reservas iniciará operaciones con 100 mil millones de dólares; es un fondo de provisión de liquidez temporal para naciones con problemas para hacer sus pagos o mantener estable el tipo de cambio de su moneda, y no se conoce aún bajo qué reglas funcionará.
Una iniciativa similar denominada Iniciativa Chiang Mai opera en la región asiática y una de las condiciones para tener acceso a la provisión de recursos incluye la aprobación de un programa de ajuste bajo las reglas del FMI.
En su opinión, el anuncio de las denominadas “instituciones espejo” –refiriéndose al FMI y el BM- lo que en realidad pretende es fortalecer una posición pública contra el papel que juega Estados Unidos en el orden económico mundial, apoyada por cada vez más países; a la Sexta Cumbre se incorporaron los presidentes de Argentina, Chile, Uruguay, Bolivia y Venezuela.
Quiere mostrar la posibilidad de tener instituciones que puedan financiar algunos proyectos en países pequeños que compartan su lucha en contra de la hegemonía estadounidense.
El bloque BRICS ha logrado tener mucha publicidad para mostrarse como constructor de un nuevo orden mundial, pero carece de la fortaleza financiera necesaria, puntualizó Gabriela Correa López.
Por lo anterior, dijo, lo más probable es que se mantenga como un grupo de presión en lo que se ha dado en llamar el “juego de bloques” que ha servido para mejorar ventajas en las negociaciones que mantienen por separado con Estados Unidos y la Unión Europea, y como grupo, con instancias internacionales como la Organización de las Naciones Unidas y la Organización Mundial del Comercio.
En el contexto económico mundial el bloque BRICS representa un evento más en la confrontación económica y política por el control del mundo y una promesa para países pequeños de recibir algunas gotas de alivio financiero si se adhieren a la visión política del grupo, concluyó la experta.