El turismo y, en gran medida, la economía de las ecuatorianas Islas Galápagos dependen de la supervivencia de las tortugas gigantes, once especies que son el símbolo del archipiélago y cuya población, con los años, se ha reducido de 250,000 a solo 20,000 ejemplares.
Franklin Chicaiza, cuidador del centro de crianza Jacinto Gordillo, en la isla de San Cristóbal, lo sabe bien y dedica todos sus desvelos al cuidado de estos animales, a los que alimenta, observa y hasta cuenta cada día para asegurarse de que no falta ninguno.