Por primera vez, científicos del Center for Cognitive Brain Imaging (CCBI) de la Universidad de Carnegie Mellon usaron nuevos métodos de imaginería para descubrir exactamente cómo el cerebro humano se adapta a las lesiones.
La investigación publicada en Cerebral Cortex demuestra que cuando un área del cerebro pierde funcionalidad, un «back-up» o equipo de respaldo activa inmediatamente áreas cerebrales secundarias, sustituyendo no sólo el área afectada sino también a las circundantes.
“El cerebro humano tiene una gran capacidad para adaptarse a distintos tipos de trauma, como una lesión cerebral o un derrame, por lo que es posible que la gente siga funcionando a pesar del daño”, dijo Marcel Just, profesor de Psicología de la de la Universidad de Carnegie Mellon y director del CCBI. “Con la investigación ahora está claro cómo el cerebro puede recuperarse naturalmente de las lesiones y nos da indicios de cómo los individuos pueden entrenar su cerebro para facilitar la recuperación. El secreto es desarrollar estilos alternativos de pensamiento, como la forma en que un bateador ambidiestro desarrolla estilos alternativos de bateo. Si un músculo en un brazo está dañado, el bateador puede usar otra técnica de bateo que se base en el brazo sano”.
Para el estudio, Just, Robert Mason, psicólogo investigador de la Carnegie Mellon, y Chantel Prat, profesora asistente de psicología en la Universidad de Washington, utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) para estudiar con precisión el funcionamiento cerebral de 16 adultos saludables, adaptados a la incapacidad temporal del área de Wernicke, región clave en la comprensión del lenguaje.
En medio de la exploración de resonancia magnética funcional los investigadores aplicaron la Estimulación Magnética Transcraneana (EMT) para desactivar temporalmente el área de Wernicke en los cerebros de los participantes mientras estos realizaban tareas de comprensión de lectura. El objetivo era observar la importancia del área de Wernicke en la comprensión.
Los resultados mostraron que conforme la función del área de Wernicke disminuía a raíz de la aplicación de la EMT, un sector de tres áreas cerebrales secundarias inmediatamente se activó y las regiones se coordinaron, permitiendo que el proceso individual de pensamiento continuara sin comprometer la comprensión de los sujetos.
Esta investigación se basa en estudios anteriores del profesor Just sobre la resistencia del cerebro después de un accidente cerebrovascular y el entrenamiento cerebral para remediar la dislexia. Los estudios están motivados por una teoría computacional llamada 4CAPS, que explica cómo los sistemas cerebrales se auto organizan o auto reparan como respuesta a circunstancias extremas, fenómeno que los investigadores creen clave en la inteligencia fluida.
Referencia:
R. A. Mason, C. S. Prat, M. A. Just. “Neurocognitive brain response to transient impairment of Wernicke»s area”. Cerebral Cortex.