Antonio Maccioni nació en Iglesias, Cagliari, Reino de Cerdeña (hoy Italia), el 10 de octubre de 1671.
En Cagliari ingresó a la Compañía de Jesús y tomó los primeros votos religiosos en 1690 y después de unos años, el 21 de diciembre 1695, mediante una carta dirigida al General de la Orden pidió ser enviado como misionero a las Indias Occidentales.
De ahí partió como misionero hacia Buenos Aires, Argentina, a donde llegó el 24 de septiembre de 1698.
En América su nombre cambió por el que es conocido mayormente, Antonio Machoni, para facilitar su pronunciación.
En Sudamérica realizó la mayor parte de su obra científica, la cual lo muestra como unjesuita que fue capaz de hacer trabajos de cartografía, lingüista en la recuperación de lenguas de esa región, biógrafo de otros jesuitas y hasta creo manuales de dirección para la Compañía de Jesús.
Lo que se conoce sobre la lengua lule -extinta- es lo escrito por el padre Antonio Machoni en su obra «Arte y vocabulario de la lengua lule y tonocote» (Madrid-1732), basado en el dialecto lule hablado en la misión de San Esteban de Miraflores, sugiriendo que ambas denominaciones correspondía a una misma lengua, hipótesis que es objeto de debate.
También es autor del gran mapa del Chaco que comprendía desde el Río de la Plata hasta la Reducción de los indios Chiquitos en el Brasil, desde el Río Paraná hasta la ciudad de Potosí en Bolivia; la cartografía y el dibujo se muestran plenamente. Este mapa ilustra la “Descripción Chorográfica del Gran Chaco Gualumba”, publicado en Córdoba (Argentina), 1733, del que es autor el historiador y sacerdote jesuita español Pedro Lozano S.J. (1697-1752).
En 1708 formó parte de la expedición al Chaco que organizó Esteban de Urízar, entonces gobernador español del Tucumán, como capellán de las tropas. En ese viaje estudió poblaciones locales, territorios, idiomas y costumbres.
En 1711 se desempeña en la reducción de indígenas lules de San Juan Bautista de Balbuena, y en 1715 funda la reducción de San Esteban de Miraflores, al oeste de la anterior.
Más tarde fue profesor, y posteriormente rector, del Colegio Máximo de Córdoba hasta 1728, año en que es enviado a Europa como procurador de la Provincia jesuita.
En 1731 fue enviado a Roma como procurador de las provincias jesuitas de Paraguay y permaneció allí hasta 1734, de donde pasó a España. En este país, publicó «Las siete estrellas de la mano de Jesús», tratado histórico de las admirables vidas y resplandores de virtudes de siete varones, ilustres de la Compañía de Jesús, naturales de Cerdeña y misioneros apostólicos de la Provincia del Paraguay de la misma Compañía.
En 1732, se publica en Roma su obra “Novísima descripción de la Provincia jesuítica del Paraguay y de sus adyacencias” (Paraguariae Provinciae Soc. Jesu cum adjacentibus novissima descriptio).
Publica en 1732, en Madrid un «Arte y vocabulario de la lengua lule y tonocoté»; y en Córdoba, España, su libro: “Las siete estrellas de la mano de Jesús” que contiene la biografía de siete misioneros jesuitas, naturales de Cerdeña, Italia, que se ubicaron en Río de la Plata, texto que adquirió mayor alcance que la ponderación misionera al presentar datos sobre la historia de lo que después será Argentina. Su relavancia como lingüista e historiador quedaba plasmada.
En 1733, publicó: “Día virginio” y en 1750, publicó su última obra: “El nuevo superior religioso ilustrado en el arte de gobernar”, lo que también lo ratificó como conocedor de las normas jesuíticas y dejó constancia de sus habilidades administrativas.
Regresa al Río de la Plata en 1733 en compañía de otros 30 misioneros, y en 1739 está a cargo de la Provincia Jesuítica del Paraguay, permaneciendo en ese cargo hasta 1743, cuando fue nombrado rector del Colegio Massimo y de la universidad, cargo que ocupó hasta 1747.
Falleció en Córdoba (Argentina), el 25 de julio de 1753.