Estudiantes y maestros de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV) realizan proyectos sustentables, basados en la conservación ambiental y el mejoramiento socioeconómico de los espacios.

Composteras, jardines en áreas verdes, espacios arquitectónicos construidos con bambú, paraguas invertido, una estructura  retractil y un muro de contención edificados con llantas en desuso y tierra, son parte de los proyectos.

María Abel Ramírez Nieto, directora de la Facultad, informó que algunos ya se concluyeron y otros están en proceso de construcción. Para su elaboración los universitarios utilizan productos orgánicos, metales y materiales reciclables con la finalidad de mantener el entorno.

Agregó que al utilizar materiales reciclables se contribuye al ahorro de energía, “no es la misma cantidad de energía cuando se trabaja con este tipo de materiales, estamos cuidando el medio ambiente, ésa es la propuesta”.

En la actualidad se trabaja en la instalación de tres composteras a cargo del maestro Mario Vicente Núñez Trueba, quien junto con un grupo de estudiantes realizan el tratamiento de desechos sólidos orgánicos con hojas secas, las cuales al secarse se convierten en abono natural para las plantas.

Núñez Trueba comentó que la propuesta es en el sentido de que las composteras sean utilizadas en un futuro en los rellenos sanitarios de los municipios, de esta manera esos espacios serían sustentables y dejarían de ser perjudiciales para el medio ambiente.

El estudiante Benito Moreno Vigueras explicó que uno de los principales problemas en la ciudad de Poza Rica es el de la basura en muchos espacios: “Se trata de pasar el mensaje de reciclar, ordenar la basura de acuerdo a las composteras, darle un beneficio a los desechos orgánicos y que no todo tenga que parar en los basureros municipales”.

La instalación de jardines en los diferentes espacios de la Facultad es otro de los proyectos en los que estudiantes de quinto semestre participan con la asesoría del académico Rogelio Arteaga Fernández, quien mencionó que la propuesta surgió ante la necesidad de contar con un mayor número de áreas verdes.

Se trata además de que estudiantes de otros grupos observen que tanto sus compañeros como los maestros trabajan en la creación de dichos espacios en beneficio de todos.

“Queremos hacer jardineras en todas partes, que se vea una presencia de la Facultad y de la Universidad; se han sembrado especies de ornato y se integrarán otras dependiendo como respondan las plantas al ambiente.”

Karla Ochoa Sosa explicó que primeramente se eliminó la maleza del área, modificaron la tierra, llevaron a cabo el diseño, posteriormente se sembraron las plantas adecuadas; el compromiso es seguir con el cuidado y mantenimiento de esos espacios.

“No fue complicado pero sí se llevó un poco de tiempo, porque debemos planear principalmente la resolución de áreas verdes –que va más allá del diseño–; pensamos expandirlo en toda la Facultad para hacerla más sustentable.”

Álvaro Hernández Santiago, profesor a cargo del proyecto de construcción de espacios arquitectónicos a base de bambú, explicó que la instalación fue realizada por estudiantes de segundo semestre que cursaron recientemente la experiencia educativa Iniciación a la Composición.

Sobre el porqué se utiliza el bambú, dijo que es un material alternativo y ecológico. Además de que se da en la región, es muy sustentable porque la madera crece en 25 años y el bambú en cuatro y medio, es un material muy resistente y embellece los espacios.

La estudiante Leydi Álvarez explicó que se trata de promover la sustentabilidad y el uso del bambú se debe a que lo encuentran en nuestra región y es muy resistente; dijo también que “el proceso fue de gran aprendizaje para nosotros”.

Ricardo Daniel García Luciano expresó que para el paraguas invertido utilizaron tensores para hacer más rígida la estructura y la instalación de la manta fue para darle un acabado, con el fin de probar un nuevo recurso sustentable y ecológico que permite ciertos beneficios del material.

Sobre la selección del diseño, agregó que fue el resultado de varias propuestas, en el salón de clases se realizó un concurso decidiéndose por el trabajo más innovador, el cual se construyó y con esa base surgió la idea de generar un espacio habitable.

“Se le puede dar la utilidad que se desee, como un área de descanso, para una reunión con los demás compañeros, para lectura, entre otras opciones.”

Agregó que para él y sus compañeros fue una experiencia muy grata porque aprendieron, entre otras cosas, a colar las zapatas, colocar el bambú y la manta, actividades que realizaron en dos semanas.

El paraguas invertido fue un trabajo realizado por estudiantes cuyo proyecto se realizó gracias a un financiamiento, la estructura es de metal, igualmente la colocación la realizaron los estudiantes junto con los profesores responsable del proyecto.

En la edificación del muro de contención participaron estudiantes de diferentes semestres y las tareas fueron coordinadas por la directora María Abel Ramírez, quien explicó que se construyó para evitar que se continuara deslavando parte del cerro cercano a la cafetería.

“Se utilizaron llantas en desuso que anticipadamente fueron preparadas y después se rellenaron con tierra vega (muy común en esta zona), las cuales sirven como un muro de contención ecológico. Además se han sembrado diferentes especies de plantas, es además una jardinera.”

Ha sido un trabajo intenso en el cual los jóvenes tienen una participación muy importante; junto con los maestros Jesús Ceballos y Mario Núñez Trueba construyeron el muro de contención.

La estructura retractil es un proyecto de Carlos César Morales Guzmán, académico de esta Facultad y quien actualmente realiza un posdoctorado en España.

Al respecto Diego Torres Hoyos, también profesor de la Facultad, mencionó que la obra tendrá nueve módulos y será desmontable, actualmente se trabaja en la construcción del primer módulo.

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