El astrónomo persa Abû al-Husayn Abd al- Rahman ibn ‘Umar al-Sufi nació en Rayy (cerca de Teherán), el 7 de diciembre del 903 y murió en Bagdad el 25 de mayo del 986.
Conocido en el oeste como Azophi, vivió en la corte del Emir Adud ad-Daula en Isfahan, Persia, y trabajó en la traducción y la ampliación de trabajos astronómicos griegos, especialmente el Almagesto de Ptolomeo.
Fue un gran traductor al árabe de la astronomía helenística que había estado centrada en Alejandría, el primero en intentar relacionar el griego con los nombres tradicionales árabes de las estrellas y constelaciones, que eran completamente ajenos y encubiertos de formas complicadas, tarea muy importante ya que muchas estrellas carecían de traductores y a veces se confundían..
En su libro más famoso, Kitab suwar al-kawakib al-thabitah (Libro de las constelaciones de las estrellas fijas), al-Sufi describe las 48 constelaciones establecidas por Ptolomeo a las que añade algunas correcciones, las provee de su nombre en árabe, al igual que hace con las estrellas que las componen, las dibuja y crea una tabla que muestra además su localización y su magnitud.
El “Libro de las constelaciones”, fue publicado en el año 964, y junto con muchos otros textos de astronomía árabes, tuvo una gran influencia en el mundo árabe e islámico así como en el desarrollo de la ciencia europea
El Libro de las estrellas fijas, estaba ilustrado con bellas imágenes. Este es una de las obras maestras de la astronomía musulmana. Esta tabla de coordenadas y magnitudes estelares es la única uranografía redactada entre las de Tolomeo (Almagesto) y Argelander (Bonner Durchmusterung).
Identificó la Gran Nube de Magallanes, que es visible desde Yemen. También hizo la primera observación registrada de la galaxia de Andrómeda en el año 964, a la cual describió como una «pequeña nube». Estas fueron las primeras galaxias distintas de la Vía Láctea que se observaron desde la Tierra.
Fue uno de los primeros en observar que el plano de la eclíptica está inclinado con respecto al ecuador celeste y realizó cálculos para determinar con mayor precisión la longitud del año tropical. Observó, describió y catalogó las características de las estrellas, identificando sus posiciones, su magnitud aparente, su brillo, color y fue asociando las estrellas a sus correspondientes constelaciones. Para cada constelación, proporcionó dos dibujos, uno desde la parte exterior de un globo celeste, y la otra desde el interior (tal y como se puede ver desde la tierra).
Al-Sufi también escribió sobre el astrolabio, encontrando numerosos nuevos usos para este instrumento: Describió más de 1,000 aplicaciones diferentes, en áreas tan diversas como la astronomía, la astrología, horóscopos, la navegación, la topografía, la hora normal, Qibla, Salah oración, etc
El cráter lunar Azophi y el planeta menor 12621 Alsufi llevan su nombre