El 2 de febrero de 1970 falleció Bertrand Arthur William Russell, padre de la Filosofía Analítica y uno de los lógicos más representativos del siglo XX. Su obra oscila entre los escritos técnicos y aquéllos que incitan a una reflexión filosófica de lo social. Hoy en Cronopios y Divergencia ofrecemos este homenaje a quien creyó, inclusive a sus 98 años , que el análisis siempre tiene un cabida en las problemáticas que acaecen al mundo.
Eduardo Vázquez Reyes
Quien ha tenido el gusto de atender la obra analítica de Bertrand Russell se puede dar cuenta que para este representante del quehacer intelectual, la Filosofía tiene dos momentos: el de la reflexión rigurosa y aquél en el cual las herramientas que se derivan del primero son aplicadas a contextos políticos, educativos, éticos y culturales.
En Russell, la preocupación por lo humano no debe quedar al margen en la agenda de investigación y argumentación. Su activismo basado en una mente que gusta de la claridad y la precisión ideológica es una muestra de tales afirmaciones.
Nos atrevemos a asegurar que su obra y vida están conectadas mediante el pensamiento libre, reflexivo y con aspiraciones-siempre-a la mayor precisión conceptual y a la coherencia práctica.
Tres pasiones simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por el sufrimiento de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación.
Un revolución en Lógica
En el campo de la Filosofía Bertrand Russell es reconocido por su contribución a la Lógica. Desde el punto de vista russelliano, la herramienta formal que proporciona esta ciencia es necesaria si se quiere hacer un práctica filosófica que no contenga contrasentidos y presupuestos alarmantes. El análisis lógico permite y posibilita tener una teoría limpia en estructura.
La aportación que legó a la vertiente analítica es, sin lugar a dudas, su “atomismo lógico”, el análisis lógico del lenguaje y la realidad. Esta propuesta tiene un antecedente: la teoría de las descripciones definidas. En ella Russell considera que es necesario distinguir entre estructura gramatical y estructura lógica. En tal sentido, sostiene, muchos conflictos argumentativos y teóricos (paradojas) se deben a que se discute con el uso de la gramática del lenguaje ordinario, mismo que está repleto de vaguedades, ambigüedades e imprecisiones. Por tal razón se debe construir un lenguaje que carezca de tales males, es decir, un lenguaje lógicamente perfecto.
El lenguaje que propone Russell es aquel que contiene las herramientas y símbolos de la lógica matemática clásica (la primera propuesta lógica en el siglo XX). Así, la teoría de las descripciones definidas es la primera versión del atomismo lógico, pero aplicada únicamente al lenguaje.
El análisis lógico que se realiza con esta teoría posibilita discriminar entidades que carecen de realidad, pero que para el punto de vista de la gramática del lenguaje ordinario pasan inadvertidas. En Russell se destaca que gran parte de la filosofía tradicional se hizo sin tomar en cuenta qué clase de sujetos gramaticales se encontraban en sus afirmaciones y si éstos eran legítimos o no.
Desde este punto de vista, un beneficio que implica dicha teoría es depurar el lenguaje filosófico de supuestos sujetos que no tienen una referencia concreta en el mundo real, sólo son ficciones gramaticales que conforman, en su mayoría, muchas filosofías y las preguntas filosóficas que a partir de ellas se realizan se deben al hecho de no revisar sus afirmaciones de manera precisa y lógica.
Por su parte, la teoría del atomismo lógico es una derivación y aplicación de la propuesta sobre las descripciones definidas. Se complementa a ésta para analizar enteramente los hechos que conforman la realidad física.
Del análisis lógico al análisis social
Fuera del campo filosófico Russell aportó también a temas , como: Educación, Política, Movimientos sociales, entre otros tantos tópicos. Su reclamo en el primer aspecto fue siempre a la estimulación temprana del libre pensamiento.
Al respecto de los problemas sociales y políticos estuvo en contra de las estrategias bélicas. Por tal razón se opuso rotundamente a la Primera Guerra Mundial, razón por la cual fue perseguido por el Gobierno.
Entre sus textos que critican las dinámicas políticas destacan “Ideales políticos”, Cómo se podría organizar el mundo”, “La necesidad del escepticismo político”, Autoridad e individuo yPrincipios de reconstrucción social.
Pero la propuesta social más recordada de Russell es la materialización de su pensamiento político y sus aplicaciones prácticas: el Tribunal Russell. Con este organismo constituido por diferentes intelectuales se pretendía que se castigaran éticamente los crímenes de guerra de Estados Unidos de América efectuados en Vietnam. Esta iniciativa aún siguen en nuestros días y afortunadamente se ha extendido hasta Latinoamérica y México.
Des esta forma recordamos a una figura que hizo lo posible por enseñar que el intelectual tiene un compromiso amplio en el mundo. Russell nos ha dejado una historia y enseñanza según la cual la pluma combativa colabora para la construcción de un pensamiento crítico con fines sociales. Así lo deja apreciar en el siguiente fragmento.
¿Debe el trabajador pensar libremente acerca de la propiedad? Entonces, ¿qué será de nosotros nosotros, los ricos? ¿Deben los jóvenes, hombres y mujeres, pensar libremente acerca del sexo? Entonces, ¿qué ocurrirá con la moralidad? ¿Deben los soldados pensar libremente acerca de la guerra? Entonces, ¿qué ocurrirá con la disciplina militar? ¡Basta de pensamiento! ¡Retornemos a las sombras del prejuicio, para que no corran peligro la propiedad, la moral y la guerra!
Es mejor que los hombres sean estúpidos, lerdos y tiránicos, y no que su pensamiento sea libre. En efecto, si su pensamiento fuera libre, podrían no pensar como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa”.
Así argumentan los oponentes del pensamiento en las profundidades inconscientes de su alma. Y así actúan en sus Iglesias, sus escuelas y sus Universidades.