Cada vez más niños experimentan a edades más tempranas con el tabaco, y hasta un 20 por ciento de ellos lo hace antes de cumplir 10 años, según se desprende de la Encuesta Nacional de Adicciones 2008 y 2011 realizadas por la Secretaría de Salud del gobierno mexicano.

Eduardo Hernández, fundador de la Clínica del Tabaco S. C., sostuvo que el problema con la experimentación del uso del cigarro es que la nicotina es un químico extremadamente tóxico; pocas personas están al tanto de que aunque esté a la vista y se venda en tiendas de conveniencia, la nicotina es casi dos veces más tóxica que el veneno de la araña viuda negra y que tiene más de tres veces la potencia del veneno de la serpiente de cascabel.

“Nuestro cerebro no echa mano de todos sus recursos para interpretar el entorno y resolver problemas hasta que ha terminado su desarrollo, entrados los 30 años”. Hasta antes de ese momento se encuentra en formación, por lo que hacer llegar un químico venenoso tan tóxico en las etapas tempranas de crecimiento modifica con más facilidad su estructura neuronal, puntualizó.

El autor del libro Cómo dejar de fumar ¡definitivamente! y prevenir otras adicciones, de editorial Trillas, indicó que en términos simples, múltiples estudios a nivel mundial demuestran que el cerebro del niño, tierno por naturaleza, es más vulnerable a ser afectado por la nicotina, lo que en la vida cotidiana significa adultos con más tiempo de consumo de este alcaloide vasoconstrictor venenoso, más tolerancia a su uso y mayores problemas para detener la adicción al tabaco.

La mejor y más fácil forma para evitar que los menores entren en contacto con la nicotina no es prohibir o coaccionar, sino educarlos en términos simples y que les sean familiares para entender que si experimentan con el tabaco, aún inocentemente, con solo un cigarro 10 por ciento de ellos quedará atrapado en una adicción de la que puede tardar años en salir, a veces décadas, o quizás nunca.

En www.clinicadeltabaco.org es posible encontrar y descargar información sin costo con los elementos necesarios para prevenir que los jóvenes de educación secundaria, que son los más expuestos a la experimentación con tabaco, prendan el primer cigarro y por lo tanto, eviten formar parte del actual universo de 17.3 millones de mexicanos que padecen tabaquismo.

Los programas de prevención de la Clínica del Tabaco utilizan el método socrático, creando un grado de entendimiento con base en el conocimiento previo y la agregación de reflexiones específicas, que busca crear la conciencia suficiente en los participantes para poder responder a la pregunta de ¿quieres probar un cigarro? con un simple “no, gracias”.

Los comentarios están cerrados.