UN/DICYT Funciones fotoprotectoras, antibacteriales, citotóxicas y esenciales para control de plagas han sido encontradas en diferentes familias de la flora colombiana, por un grupo de la Universidad Nacional (UN) de Colombia que trabaja en productos naturales vegetales.
Este equipo está enfocado en el estudio de familias particulares de la flora colombiana, importantes por su representatividad y por sus usos tradicionales, ya sea en el campo de la medicina o en aplicaciones de tipo etnobotánico.
Wilman Delgado, profesor del Departamento de Química de la U.N. e investigador del Laboratorio de Productos Naturales Vegetales, en el que se realizan análisis fitoquímicos y determinación de actividad biológica, explicó la importancia del estudio que realizan con las familias Rutácea, Laurácea y Miristicácea.
“En estas hemos encontrado diversos compuestos útiles para diferentes campos de la producción del agro y la medicina”, afirmó el investigador.
De esta manera, la familia Laurácea, en la que se encuentra el laurel y el aguacate, muy apreciados por la calidad de sus maderas, ha demostrado ser muy resistente al ataque de insectos y termitas. Por esta razón es común ver las puertas de templos antiguos construidas con esta madera, como el templo de Barichara.
“Este tipo de madera es resistente debido a la presencia de metabolitos secundarios, flavonoides (pigmentos naturales) y neolignanos, que aislados en laboratorio presentan importante actividad citotóxica, además son un factor de estudio clínico para tratamientos de tumores”, explicó el experto.
Cabe resaltar que en los inventarios de los diferentes herbarios en el país, incluido el del Instituto de Ciencia Naturales de la U.N. (ICN), se encuentran alrededor de 315 especies y 20 géneros colombianos, que representan el 10 % de la diversidad mundial en lauráceas. Se estima que en el mundo existen 3500 especies.
Los compuestos encontrados por el grupo se encuentran en muy bajas concentraciones, por lo cual son utilizados como plantilla para fabricar sustancias de manera sintética en laboratorio.
Actualmente, este grupo busca alternativas de control para muchos de estos problemas en cultivos fitosanitarios, a través de productos naturales.
Las lauráceas son ricas también en compuestos volátiles. La canela, por ejemplo, posee aceites esenciales útiles para el control de insectos como el gorgojo, que ataca granos almacenados y puede afectar hasta un 30 % de la producción mundial de cereales.
Asimismo, los aceites esenciales extraídos de la familia Piperácea, en la que se encuentra la pimienta, pueden controlar plagas y enfermedades del sector agrícola.
Por su parte la familia Rutácea tiene un género importante llamado Zanthoxylum (madera amarilla), conocido popularmente como ‘tachuelo’, que se reconocen porque sus tallos están cubiertos de espinas, como algunos árboles de cítricos.
Según el profesor Delgado, en los estudios desarrollados con estas especies se han encontrado alcaloides cuya función fotoprotectora resulta útil para aplicaciones en el área cosmética. Además han hallado algunos de tipo benzofenantridínico que presentan actividad antibacterial para control de microorganismos.