Carl Djerassi

Carl Djerassi


Carl Djerassi, de sexo masculino, pero en una autobiografía se definió como “la madre de la píldora anticonceptiva”. Y tenía razón, porque fue el creador en 1951 de la primera progestina oralmente activa (la noretisterona), un progestágeno sintético que se utiliza para la anticoncepción hormonal.

Fue un hombre prolífico, que además de químico, fue novelista y dramaturgo. Djerassi hablaba con fluidez alemán, inglés y español. Por toda esta actividad hubo quien lo llamó el químico más prolífico del siglo XX

Carl Djerassi nació en Viena, el 29 de octubre de 1923. Ahí era un colegial brillante que vivía con su posesiva madre ‒judía ashkenazi, también dedicada a la medicina‒, la cual estaba separada del padre de Carl, el cual vivía en Sofía, Bulgaria, un médico judío sefardí especializado en enfermedades venéreas ‒amante de las mujeres y de la ópera‒.

Carl Djerassi hablaba alemán, como idioma nativo, más aprendió el búlgaro al vivir en Sofía, con su padre, quien también le enseñaba el ingles.

En julio de 1938 a causa del avance del movimiento nazi y su origen judío, huyen hacia Estados Unidos, a donde llegan con 20 dólares. Ahí años después rompería toda relación con su madre.

A su arribo le escribe una carta a Eleanor Roosevelt, esposa del presidente Franklin D. Roosevelt, pidiendo ayuda para continuar sus estudios, quien atiende su petición y le consigue una beca en un college donde lo admiten sin mayor tramite.

De ahí pasó al Kenyon College, donde se licencia a los diecinueve años, y a la Universidad de Wisconsin, en la que obtiene el grado de doctor con una tesis sobre la química de los esteroides.

Ya graduado, se incorpora a la empresa CIBA Pharmaceutic Co. y participa en la síntesis del hoy muy conocido antihistamínico piribenzamina.

Su interés por seguir trabajando en el novedoso campo de los esteroides lo lleva a tomar una decisión en 1945 que sus amigos consideraron suicida: Irse a la Ciudad de México a trabajar en Syntex, una pequeña empresa especializada en sintetizar productos farmacológicos a partir de precursores naturales obtenidos de plantas autóctonas.

Ahí tuvo su primer gran éxito cuando antes de cumplir los treinta años, logra la síntesis de la cortisona, incluso antes que Robert Burns Woodward (Nobel de Química en 1965) y Louis Fieser (inventor del napalm), que también trabajaban en este campo.

Las propiedades farmacológicas de la cortisona estaban de moda, lo que determinó que su nombre y retrato apareciera en las portadas de los semanarios con mayor difusión de la época (Time, Newsweek, etc.).

Ese fue el ambiente en el que se crea la píldora anticonceptiva, que pronto se volvería popular después de su lanzamiento, la cual desarrolló en 1951, en colaboración con el mexicano Luis Miramontes y el también mexicano de origen húngaro George Rosengkranz. Ellos dieron con la “progestina 19-noestistorena”, un compuesto más resistente que la progesterona, la hormona natural feménina, lo que permitía, al tomarla oralmente, neutralizar el efecto de la hormona generada por el cuerpo de la mujer. Su hallazgo generó no solo polémica sino grandes cambios sociales, especialmente en el feminismo.

Su preparación fue primero administrada a animales por Gregory Pincus y Min Chueh Chang y a una mujer por John Rock. Djerassi remarcó que él no tenía en mente el control de la natalidad cuando empezó a trabajar con la progesterona — «ni en nuestros sueños más salvajes… lo imaginamos» — cuando fue referido por algunos como el padre de la píldora.

La píldora anticonceptiva empezó a venderse en Estados Unidos en el año 1957, y desde entonces, en prácticamente todo el mundo.

En México, durante 10 años fue presidente de los laboratorios Syntex, entre 1949 y 1959. Con esto la pobreza con la que llegó a América había quedado atrás.

Uno de sus vaticinios, que ya se cumple y se ofrece como servicio social a los empleados en Silicon Valley, es que las mujeres más formadas congelarían sus óvulos para tener control sobre su maternidad y progreso profesional. En su opinión, el sexo como forma de procreación irá perdiendo paulatinamente el sentido a cambio de que tanto hombres como mujeres conservasen su materia reproductiva entre los 17 y 18 años, el momento de mayor fertilidad.

En 1959 regresó a EEUU y al dejar la presidencia de Syntex vendió sus acciones, que comenzaron costando dos dólares y que en ese momento valían 8 mil dólares cada una. Eso le dio una inmensa fortuna, con la que compró una gran y salvaje finca en las montañas de Santa Cruz (cerca de Woodside, California) a la que llama Rancho SMIP (Syntex Made It Possible).

Ahí comenzó a coleccionar arte. El expresionista Paul Klee era su debilidad. En 1968 fundó Zoecon, una empresa dedicada al control de plagas de insectos. Su técnica modificaba las hormonas de modo que impedía el desarrollo de las larvas.

Padre de dos hijos, nunca se recuperó del suicidio de su hija Pamela, en 1978, quien era una incipiente pintora, lo que le impulsó a rendirle tributo creando una finca con diferentes escenarios y estudios para actores, guionistas, pintores y escritores, con lo cual se creó una colonia de artistas, además de que también tuvo otros mecenazgo.

Fue propietario de colecciones de arte precolombino y de arte moderno (la mayor colección privada de Paul Klee).

Pero ese no fue el inicio de su trabajo artístico, si no que comenzó en 1984, y como un acto de venganza:

A los 61 años de edad decide convertirse en autor literario cuando su amante de más de un lustro -Diane Wood Middlebrook, reputada escritora que incluye entre sus obras una conocida biografía de Sylvia Plath- le abandona por otro: “Fue el 8 de mayo de 1983 ‒refirió‒. Yo, que nunca había compuesto un poema o escrito una sola palabra de ficción, decidí vengarme de aquella pulida poeta y profesora de literatura en su propio terreno”.

La amante vuelve con Carl después de un año para convertirse en su tercera esposa, y llega a tiempo para impedir la difusión de unos poemas sentimentales de dudoso gusto y de una novela-alegato “sobre el terrible lapso de juicio amoroso cometido por una elegante feminista”.

Esto no frena la carrera literaria iniciada, que produjo casi una veintena de libros, incluyendo el libro de poemas mencionado, cinco novelas (Cantor’s Dilemma; The Bourbaki Gambit; Marx, Deceased; Menachem’s Seed; y NO), una colección de historias cortas (The Futurist and Other Stories), tres obras de teatro (An Immaculate Misconception; Oxygen, cofirmada con Roald Hoffmann; y Calculus) y dos autobiografías: The Pill, Pygmy Chimps, and Degas’ Horse (1992). Buena parte de esta obra ha sido publicada en español por la editorial Fondo de Cultura Económica.

Con esta producción incluso lo llegaron a considerar creador de un subgénero literario, el de «ciencia en la ficción»). Sus escritos también fueron exitosos y varias de sus obras se estrenaron en Broadway.

En la novela Cantor’s Dilemma (El Dilema de Cantor), explora la ética de los modernos científicos a través de su protagonista, Dr. Cantor.

El reconocimiento a su trabajo también fue amplio y recibió 34 doctorados honoríficos. También tuvo los premios de la American Chemical Society, durante varios años.

En 1978 fue reconocido con el Premio Wolf en Química. En 1991 el presidente Bush le otorgó la Medalla Nacional de Tecnología e Innovación.

También fue profesor universitario, actividad que desarrolló durante cinco décadas. En la Universidad de Stanford, por su prolífica actividad, se crearon cursos de varias materias.

Además creó innumerables programas de radio y televisión en diversos idiomas, y numerosos ensayos sobre control de natalidad, como parte de más de mil doscientos trabajos de investigación que hizo.

Djerasi, también inventó una bota de esquiar ortopédica, la gestión y fundación de varias empresas importantes. Igualmente fue pionero en la aplicación de métodos físicos a la química orgánica –dispersión óptica rotatoria, dicroísmo circular y espectrometría de masas‒, así como a la aplicación de técnicas de inteligencia artificial a la resolución de problemas químicos.

Su actividad fue incansable mientras pudo desarrollarla, tanto que sus últimas publicaciones científicas datan de 2011.

Falleció en San Francisco, California, el 30 de enero de 2015, a los 91 años, a causa de las complicaciones provocadas por el cáncer de hígado y huesos que padecía,

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