La crisis de la mediana edad de las personas también la sufren los chimpancés y los orangutanes. Es la conclusión a la que ha llegado un estudio que publica esta semana la revista PNAS. Los investigadores concluyen que el patrón de comportamiento del ser humano podría haber evolucionado desde los ancestros comunes de las personas y de los demás homínidos actuales.
Para su investigación, los científicos analizaron el comportamiento de 508 grandes símios; dos grupos de chimpancés y uno de orangutanes, en 65 zoos y refugios naturales de Estados Unidos, Japón, Canadá, Australia y Singapur.
Evaluar cuál es el bienestar de estos animales a lo largo de los años fue posible “gracias a los cuidadores, voluntarios, investigadores y guardas que conocían bien a los simios”, explican los investigadores.
Según el profesor Andrew Oswald, de la Universidad de Warwick (Reino Unido) y coautor del estudio, “queríamos comprender el famoso puzle científico que estudia por qué la felicidad humana sigue una curva en U a lo largo de la vida”.
Según esta teoría, el bienestar es alto en la juventud, cae en la mediana edad y, una vez llegados a la tercera edad o vejez, se recupera otra vez. El proceso describe una forma similar a la de la última vocal.
En los humanos, la edad a la que se produce la crisis suele ser la «de los cuarenta», entre los 45 y 50 años. En cambio, los científicos han observado que, en los primates estudiados, la parte baja de la curva, es decir, cuando son más infelices, es en el periodo que va de los 28 a los 33 años.
En el caso de estos animales, las cargas familiares, las rupturas maritales, los teléfonos móviles o cualquier otra parafernalia de la vida moderna no tienen una causa en sus cambios de humor. Sin embargo, sí observaron que los simios llegan a la edad media con una felicidad baja, igual que los seres humanos. Por lo tanto, el bienestar a lo largo de su vida también sigue la estructura de U.
Para legar a esta conclusión, se basaron en las similitudes de comportamiento y de desarrollo entre los humanos, chimpancés y orangutanes.
Características comunes con los humanos
Existen varios mecanismos que, según los investigadores, podrían explicar esa curva en U. Una posibilidad es que las diferencias de felicidad estén asociadas positivamente con la longevidad tanto en humanos como en estos simios a partir de la mediana edad.
Otra opción es que la curva se muestra en humanos, chimpancés y orangutanes debido a los cambios que se producen en las estructuras cerebrales a lo largo de los años.
Tras el estudio, los científicos consideran que es importante dirigir la atención hacia los aspectos de la vida y el desarrollo neurológico compartidos por los humanos y los homínidos. De este modo se podría alcanzar un mejor conocimiento del origen evolutivo de los humanos.
Referencia bibliográfica:
Alexander Weiss, James E. King, Miho Inoue-Murayama, Tetsuro Matsuzawa, Andrew J. Oswald. “Evidence for a «Midlife Crisis» in Great Apes Consistent with the U-Shape in Human Well-Being”. PNAS. 20 de noviembre de 2012.