En el ciberespacio está el futuro educativo de las universidades del país, ya que los estudiantes de hoy son producto de las nuevas tecnologías de la información y comunicación (TIC), afirmó Adrián de Garay Sánchez, profesor investigador de tiempo completo en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Unidad Azcapotzalco, en la conferencia “¿Quiénes son los jóvenes universitarios y cómo son vistos por las autoridades y el profesorado?”.

La conferencia, que tuvo lugar en el auditorio “Jesús Morales Fernández” de la Unidad de Humanidades, fue organizada por el Instituto de Investigaciones en Educación (IIE) de la Universidad Veracruzana (UV).

El investigador comentó que buena parte de la cultura digital actual forma parte de la vida cotidiana de millones de jóvenes a nivel mundial, esto significa que incorporaron la televisión, los videojuegos, el celular, el Facebook, el Twitter y el Internet a su lenguaje, a sus tiempos y a sus espacios.

Informó que tan sólo en México 69 por ciento de los usuarios de las redes sociales son jóvenes de entre 18 y 24 años de edad, y en el caso de los universitarios la Encuesta Nacional de Juventud 2010 dio a conocer que 98 por ciento de los estudiantes de licenciatura saben usar Internet.

Lo anterior, dijo, demuestra que las recientes generaciones de universitarios son producto de la expansión de la televisión, las computadoras, los celulares, el Internet y las redes sociales, forman parte de la cibercultura a la que tiene que acercarse la universidad para crear nuevos modelos educativos y construir alternativas educativas.

Por ello aseveró que el futuro educativo está en el ciberespacio, dado que es una dimensión paralela y un entorno habitual de aprendizaje entre los estudiantes universitarios, lo que los expertos llaman “aprendizaje invisible”. Pero sostuvo que primero se necesita conocer cómo se definen a sí mismos en cada momento y en cada una de sus múltiples presencias.

“Es preciso que al transitar de paradigmas educativos transformemos mucho de los modelos aprovechando las culturas digitales y visuales a las que se dedican los jóvenes en su tiempo de ocio, y para las cuales los docentes no están preparados”, insistió.

Sin embargo, De Garay Sánchez señaló que uno de los factores que pueden dificultar el aprendizaje en la mayoría de las universidades públicas del país, es la brecha intergeneracional entre docente y alumno.

Explicó que los estudiantes no ven en sus profesores una gran oportunidad de aprender de su vasta experiencia académica, por el contrario los ven y los tratan con relativa distancia y desdén; mientras que el profesorado desconoce las expectativas presentes y futuras, angustias, depresiones y parámetros culturales de sus estudiantes.

“Este referente generacional propicia entre el profesorado una postura de desprecio a los estudiantes, los consideran incultos, vagos, mugrosos, groseros, ignorantes, irresponsables y demás calificativos. La arrogancia con la que muchos académicos tratan a los alumnos es el pan de todos los días”, refirió.

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