La noción de progreso ha sido desplazada por la de desarrollo porque implica una percepción no sólo del bienestar humano sino del entorno y de otras especies, por ello se hace necesario reflexionar sobre el marco jurídico en que se apoya la ciencia, expresaron académicos de la Universidad Veracruzana (UV) en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU).
Como parte de las actividades del Foro Académico “Ciencia y Tecnología” se realizó la Mesa 3 “Gobernanza de CTI para el desarrollo en transdisciplinariedad”, en la que participaron Miriam de los Ángeles Díaz Córdoba, Yesenia del Carmen Trejo Cruz, José Francisco Báez Corona y José Rubén Croda Marini, integrantes del cuerpo académico (CA) consolidado Redes para el Desarrollo, Cultura, Ciencia y Tecnología en Transdisciplinariedad.
Díaz Córdoba, responsable del CA, inició las presentaciones al plantear que la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) deben estar sustentadas en una ética y orientadas hacia el desarrollo; no visto como un mejoramiento en las condiciones de vida de los seres humanos solamente sino del entorno, evitando los daños al ambiente y a otras especies.
“De los graves problemas ambientales y sociales que enfrentamos somos todos responsables”, advirtió la integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UV.
A continuación, Yesenia Trejo habló del financiamiento a la ciencia y su marco jurídico en México, y comentó que el Plan Nacional de Desarrollo actual ha tenido modificaciones para impulsar este rubro desde las universidades y el sector empresarial.
“El Plan Nacional de Desarrollo otorga a la ciencia un papel importante como motor de desarrollo y está renovando las funciones al interior de la función pública.”
Croda Marini abordó la importancia de divulgar la ciencia, en primer término entre la propia comunidad científica y posteriormente hacia la sociedad en general, impulsando así el desarrollo humano.
Este tema del desarrollo humano se ha establecido como acción gubernamental en México desde 1986, no obstante su aplicación no ha alcanzado los objetivos que organismos como la ONU consideran fundamental para países en vías de desarrollo.
Por tal motivo y para darle sentido a la ciencia, se hace necesario divulgarla ya que su origen es humano y sus resultados también deben beneficiar al género humano.
Para finalizar, José Francisco Báez trató el tema de la multidisciplinariedad como una estrategia para lograr un estado de derecho, tomando como punto de partida una concepción integral del derecho articulada en tres campos: su normatividad, su parte formal y el marco social en el que se aplica.
Comentó que se asocia al estado de derecho con la seguridad, sin embargo la idea es más amplia, “si no hay democracia, salud pública o educación, son cuestiones planteadas en las normas, no hay un estado de derecho”.
Por ello “una política que no considera a la multidisciplinariedad no va a ser del todo exitosa; se tienen que superar los enfoques unilaterales en el diseño de políticas públicas para el desarrollo, para el diseño de normas jurídicas y realizar foros de participación abierta”.