Científicos destacados difundieron estudios a gran escala relacionados con el consumo de frutos secos y la salud, sobre todo sus efectos sobre el infarto al miocardio, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades cardiovasculares. Por el contrario de las creencias populares, los estudios científicos recientes demuestran los beneficios de ingerir frutos secos regularmente, no sólo para la salud cardiovascular, sino también para la función renal, la diabetes, la función cognitiva, la aterosclerosis, el síndrome metabólico, los biomarcadores inflamatorios, etc. Es importante destacar que la evidencia científica demuestra que el consumo de nueces no se asocia con un mayor riesgo de aumentar de peso, e incluso refuerza su importancia como fuente de nutrientes esenciales.

Dentro del marco del Congreso Internacional de Nutrición, celebrado desde el 15 hasta el 20 de septiembre en Granada, el INC (International Nut and Dried Fruit Council) organizó el simposio «Nuts in Health and Disease» (Las nueces: cómo afectan la salud y enfermedad), donde cinco destacados investigadores mundiales compartieron los últimos hallazgos.

Entre los datos destacados que se presentaron, el estudio PREDIMED apuntó a cómo la ingestión de un puñado de frutos secos diarios (15g de nueces, 7,5g de avellanas y 7,5g de almendras) reduce en un 28% la incidencia de enfermedades cardiovasculares (infarto de miocardio, ictus y muerte cardiovascular).

La Dra. Mónica Bulló, investigadora principal del proyecto EPIRDEM, concluyó que un consumo regular de pistachos tiene un efecto directo en la reducción de la incidencia de diabetes tipo 2. Los pistachos han sido estudiados en relación a su perfil de lípidos y otros factores de riesgo de enfermedad cardiovascular, con el fin de evaluar su efecto sobre el metabolismo de la glucosa, la resistencia a la insulina y el riesgo de desarrollar la diabetes tipo 2.

Los resultados clave de un estudio epidemiológico sobre las nueces y su efecto sobre las enfermedades crónicas fueron presentados por el profesor Frank Hu de Harvard University, que mostraron cómo el aumento en el consumo de frutos secos (? a 5 veces por semana) se asoció con un riesgo 30% menor de desarrollar una enfermedad cardiovascular.

Linda Tapsell, profesora de Wollongong University de Australia, anunció que el consumo de frutos secos no está asociado con un mayor riesgo de aumento de peso y recomienda incorporar las nueces como parte de la dieta para prevenir la obesidad y otras enfermedades crónicas.

Por último, el Dr. Sabaté, profesor de salud pública de Loma Linda University de California, y pionero en el estudio de los beneficios de los frutos secos, concluyó: «Los datos epidemiológicos indican que la inclusión de frutos secos en la dieta representa un riesgo mínimo para el aumento de peso y esto es apoyado por los estudios clínicos».

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