La principal preocupación de los adultos del Totonacapan es que se pierdan las especies naturales que tienen valor medicinal y cultural, por lo que la investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana, Evodia Silva Rivera, junto con sus alumnos, trabaja para propiciar la reflexión entre las nuevas generaciones acerca de la importancia de preservar los recursos.
Evodia Silva dio a conocer que los adultos del Totonacapan están preocupados por la pérdida del territorio que habitan desde hace 60 años y que se ha modificado radicalmente. “Se han perdido muchas especies con un valor no nada más alimenticio o medicinal, sino cultural y ritual muy fuerte, uno de ellos es el palo volador, el árbol que se usa en el ritual de los voladores de Papantla”, expuso.
La Doctora en Estudios del Desarrollo dijo que las personas mayores tienen el interés de que los jóvenes aprendan sobre los recursos con que contaban, ayuden a proteger y den valor a lo que todavía conservan.
Desafortunadamente, comentó, se ha observado el impacto que han tenido en los recursos naturales y culturales las fuerzas del mercado, como la entrada de compañías petroleras y la realización de eventos, como la Cumbre Tajín, que tienen un enfoque más comercial. Su trabajo se basa en mantener el binomio ambiente-cultura y busca que sea integral porque se debe tomar en cuenta el contexto económico.
Para apoyar el desarrollo de su proyecto, comentó que ha sido necesario acercarse a niños de edad escolar, así como asociarse con otros investigadores para recuperar la vegetación de la región y saber qué tipos de plantas se deben utilizar, en qué condiciones y todo lo necesario para que tengan un crecimiento exitoso.
Durante la entrevista, Silva Rivera también habló de otro de sus intereses de investigación enfocado en conocer todo lo relacionado con la forma de organización y diseño de estrategias para resolver problemas básicos de bienestar de los grupos de base; es decir, campesinos, productores y artesanos.
Además, la investigadora está interesada en apoyar la creación de puentes entre las organizaciones de base y las instituciones de gobierno. “Frecuentemente no hay correspondencia entre lo que el gobierno piensa y las organizaciones y la gente de las comunidades necesitan”.
Otra perspectiva de investigación tiene que ver con el ordenamiento territorial del sitio arqueológico El Tajín, donde intervienen una serie de instituciones y actores sociales. Informó que han trabajado en colaboración estrecha desde hace cuatro años con el Instituto Nacional de Antropología e Historia. “Estamos tratando de aterrizar acciones a escala local, con un enfoque regional, que ayuden a la sustentabilidad de la zona del Totonacapan”, agregó.
Al hablar sobre su trabajo para 2013, la investigadora dijo que dará continuidad a la colaboración que inició desde hace dos años con la red de universidades en la provincia de Quebec, Canadá. Detalló que esta red se conecta con grupos de indígenas de Latinoamericana que tienen problemas asociados con áreas protegidas y con aspectos básicos de recursos naturales, como el acceso al agua y la minería.
De igual forma, continuará el trabajo con estudiantes para replicar las visiones de cuidado de los recursos naturales y culturales, así como con el apoyo a la relación de la gente con las instituciones y a los proyectos locales que sólo tienen que aterrizar con un financiamiento, concluyó.