El uso de flores como decoración en ceremonias es una costumbre extendida por todo el planeta, pero la falta de huellas dejadas por estos vegetales ha hecho difícil establecer cuando comenzó. Ahora, un equipo de investigadores internacional ha encontrado evidencia de que ya hace entre 13.700 y 11.700 años se utilizaban plantas para revestir y decorar las tumbas de los fallecidos.
Los investigadores detectaron impresiones de diferentes especies vegetales en el fondo de cuatro tumbas en la cueva Raqefet del monte Carmel (norte de Israel), donde estaban haciendo excavaciones por ser el área donde se han documentado las tumbas más antiguas de Oriente Próximo.
Los enterramientos corresponden a la cultura Natufiense que, según explica a SINC Dani Nadel, uno de los autores del trabajo que se ha publicado hoy en la revista PNAS, tuvo un papel importante en el paso de la caza y la recolección al asentamiento en ciudades y la agricultura. “Por eso quisimos hacer excavaciones en este área”, indica el científico.
Entre las impresiones de vegetales encontradas, se han identificado tallos de salvia y otras especies de la familia de la menta (Lamiaceae) y las herbáceas (Scrophulariaceae). La mayoría de estas especies tienen fuertes propiedades aromáticas y medicinales, y crecen en la actualidad en los alrededores de la cueva.
En las tumbas natufienses analizadas en este trabajo se hacía un recubrimiento de barro que luego se recubría de estas plantas florecidas para aportar color y una fragancia aromática al lecho. De este modo, los delicados tejidos vegetales dejaron las impresiones que ahora han sido detectados por los arqueólogos. La datación con C14 de los huesos extraídos indican que fueron vivieron hace entre 13.700 y 11.700 años.
Semillas, hojas y tallos
También se encontraron semillas, probablemente de Cercis silliquastrum o árbol de Judas, junto a pequeñas hojas y tallos de otros árboles.
“La abundancia de fitolitos [minerales de origen vegetal] encontradas en ocho tumbas proporciona evidencia adicional del uso de plantas en los enterramientos de la cueva de Raqefet”, indican los autores del trabajo.
Según los investigadores la práctica de utilizar plantas como recubrimiento de las tumbas se hacía independientemente de la edad o el sexo, tanto en enterramientos individuales como dobles.
Los únicos ejemplos que podrían sugerir un uso de las plantas en los procesos funerarios con anterioridad son limitados y dudosos, según explican los autores del trabajo. En algunos enterramientos del Paleolítico Medio se han identificado recubrimientos finos de las tumbas con hierba, pero se les ha atribuido una función meramente utilitaria y no decorativa.
Referencia bibliográfica:
Dani Nadel, Avinoam Danin, Robert C. Power, Arlene M. Rosen, Fanny Bocquentin, Alexander Tsatskin, Danny Rosenberg, Reuven Yeshuruna, Lior Weissbrod, Noemi R. Rebollo, Omry Barzilai, and Elisabetta Boaretto, “Earliest floral grave lining from 13,700–11,700-y-old Natufian burials at Raqefet Cave, Mt. Carmel, Israel” PNAS, julio 2013. Doi: 10.1073/pnas.1302277110