Dar pie al desarrollo de técnicas que permitan hacer de la Luna un lugar habitable, es el objetivo de la investigación y experimentación que el profesor Leonhard Bernold expuso en el programa “Catalyst” de la cadena ABC TV de Australia, emitido en julio del presente año.
“He estado interesado en el espacio desde niño, pero los ingenieros civiles no son parte de esos proyectos a menos que sea muy específico. Entonces en 1985 me convertí en profesor y decidí aceptar el reto de volver a la Luna y no regresar, es decir, ir para quedarme. Desde ese momento comencé a trabajar en técnicas para construir en la Luna y lo he hecho a través de los años y gracias a esto, la televisión australiana se interesó en la investigación y realizó el programa”, señaló Leonhard Bernold.
“Moon Mining” es el nombre del capítulo del programa “Catalyst” de la TV Australiana, donde este destacado académico explicó el desarrollo de tres grandes proyectos, desarrollados en conjunto con los estudiantes de honor, John Mao, Annie Li, Benny Guo y Yin Liang, que podrían ser la antesala para crear espacios habitables en la Luna.
“Este fenómeno está pasando, la minería en la Luna es cada día más factible y creo que Chile, siendo un país con experiencia en este rubro, debería ser parte de él, porque no hay nadie más en el mundo que esté preocupado de esto”, explicó el académico.
El académico en la actualidad, imparte el ramo para Magister “Ingeniería en Construcción y Gestión” en el Departamento de Obras Civiles de la Universidad Técnica Federico Santa María.
Paralelo a la investigación, Leonhard Bernold se encuentra satisfecho con los cuatro meses que lleva en la USM, y comenta que ha encontrado muchos profesores y administradores en la USM que comparten su deseo de mejorar la educación en ingeniería. “Hay mucho que hacer sobre la manera en que enseñamos, ya que lo hacemos de manera “cuadrada”, porque así nos enseñaron a nosotros y es un hábito que no ha cambiado durante los últimos 90 años, a pesar del conocimiento que tenemos acerca de cómo funciona nuestro cerebro”.
Ingeniería Civil en la Luna
Debido a la falta de atmósfera, pequeños meteoritos están constantemente bombardeando la piedra basáltica, convirtiendo el suelo en un polvo fino y seco, carente de agua. El mismo proceso se combina con el efecto de los terremotos lunares. Es así como se necesita una mayor cantidad de fuerza para cavar en él, es decir, se necesitarían excavadoras terrestres seis veces más grandes o más pesadas, para cavar en la Luna.
Es así como la excavación se denomina “minería de succión”, ya que, por medio de un tubo-de-manchette, un soplador de aire y gas, de un ambiente presurizado, se puede crear dentro de los tubos una abertura en el denso suelo lunar. Con la ayuda de una boquilla especial, se pueden realizar perforaciones de manera vertical y esférica que “se pueden utilizar para guardar oxígeno, hidrógeno o para habitarlos”, contó el profesor.
Para lograr lo anterior, se buscaron elementos livianos, transportables y materiales que se encuentren en el suelo lunar. La fabricación de tubos es viable, porque hay una gran cantidad de silicatos en el suelo. Otro desafío, es la obtención y almacenamiento de energía solar, lo que se conseguirá con un sistema que permita transferir la energía calórica del sol al suelo, y recuperarla con tubos hechos de azufre, elemento que al calentarlo se convierte en un material similar al concreto. De esta manera, se pueden construir tubos para circular aire y así convertirlo en energía eléctrica o calor, para el hábitat durante la larga noche lunar.
Finalmente, para poder realizar todos estos trabajos en la superficie lunar, es necesario proteger a los astronautas y el equipo eléctrico de la intensa radiación de la superficie del sol y del “espacio profundo”. Es así como se pretende construir un “techo” de gran envergadura, habilitando espacios para permanecer por extensos periodos de tiempo.
“Este tema en particular es muy interesante para los estudiantes, sobre todo para los más jóvenes, porque te obliga a cambiar la forma de pensar la construcción y a crear nuevas formas de edificación”, concluyó el académico.