¿Cómo cambian las sociedades indígenas al entrar en contacto con la modernidad? Solo es posible hablar del tema si se sabe cómo eran tales pueblos antes. En el caso de la región campesina del valle de Chancay, en Perú, esta tarea es ahora posible, puesto que un antropólogo peruano ha desenterrado del olvido, con ayuda de la Universidad de Bonn, crónicas de hace 50 años sobre la región.

Durante siglos, las poblaciones del alto Chancay mantuvieron unas costumbres marcadamente agrarias y buna lengua propia, el quechua de Pacaraos. Entonces, se construyó una carretera. Luego, llegó la electricidad. Después, el primer televisor. Hoy en día, pocos años más tarde, los habitantes ya no se reconocen a sí mismos. La antropología se dedica, entre otras cosas, a estudiar los cambios de las sociedades nativas a través de la influencia de la globalización y para ello necesita saber cómo eran dichas sociedades antes, por ejemplo, el arrivo de las carreteras, la electricidad y la televisión. Es necesario “llenar los vacíos etnográficos”, opina el antropólogo Dr. Juan Javier Rivera Andía. Y esto es exactamente lo que se propuso hacer en su propia tierra natal, los Andes peruanos. Así, redescubrió las crónicas de un antiguo colega de la generacíon anterior a la suya y las editó. El antropólogo colocó la última pieza de este rompecabezas académico en una estancia de investigación en la Universidad de Bonn, en el Instituto de Arqueología y Antropología Cultural. Su departamento de Estudios amerindios hace años que es muy reputado en el campo de la investigación de las culturas andinas. La estancia del Dr. Rivera Andía en Bonn recibió el soporte de la Fundación Alexander von Humboldt.

Los documentos más antiguos, de 1962

Los apuntes redescubiertos son obra del antropólogo y músico peruano Alejandro Vivanco Guerra (1910-1991). En estos, se describen costumbres cotidianas y música, mitos, leyendas y una vida cultural y religiosa de la cultura campesina del valle del río Chancay, que en un trayecto de 120 km, desciende desde los Andes al Pacífico, a unos 60 km al norte de Lima. Según el Dr. Rivera Andía, Vivanco visitó la región “como mínimo en tres ocasiones entre 1962 y 1982”. No se sabe si realizó más visitas de investigación, dado que todavía faltan por encontrar tres blocs de notas (de un probable total de 15). Alejandro Vivanco no fue el único investigador que se dedicó a estudiar el valle del Chancay, pero su trabajo despertó especialmente el interés del Dr. Rivera Andía. De hecho, Vivanco era “el único investigador que realmente hablaba el idioma de los habitantes de la región”, el quechua, la antigua lengua general de los Andes, que sigue siendo la tercera más hablada de Sudamérica.

Encontrar los doce blocs de notas de Vivanco se convirtió en “una especie de búsqueda de un tesoro”, según el Dr. Rivera Andía. Con motivo de su primer viaje al valle del Chancay, en el año 1999, el investigador se dio cuenta que Vicanco había publicado muy poco sobre su trabajo de campo y se preguntó por qué. Aunque al principio no tenía indicios reales de ello, el Dr. Rivera Andía estaba convencido de que Vicanco había dejado apuntes de su trabajo. Sin embargo, la existencia de estos apuntes no se había mencionado en ninguna publicación o charla hasta entonces. El Dr. Rivera Andía investigó sobre los familiares del científico, prácticamente olvidado en Perú, y consiguió encontrar a su viuda, en cuya casa se hallaban los documentos de Vivanco.

Laboriosa transcripción de las libretas

El Dr. Juan Javier Rivera Andía pasó a limpio los doce cuadernos de campo y las fichas mecanografiadas a partir de estos, así como los ejemplos musicales anotados por Vivanco (apasionado tocador de la quena) en la región del Chancay. El investigador reconstruyó el recorrido de su predecesor y recopiló en tablas y listas las informaciones sobre temas concretos que iba encontrando en los cuadernos de Vivanco, por ejemplo, sobre sus informantes o sobre su calendario ritual. Una parte especialmente complicada de la tarea de edición fue explicar o identificar las palabras en quechua utilizadas por Vivanco (por ejemplo, nombres de lugares y accidentes topográficos), dado que la versión específica del quechua hablado en la región del Chancay está actualmente casi extinta.

Según el experto peruano, “una buena parte de lo que sabemos hoy en día sobre el patrimonio cultural de esta región es gracias a Alejandro Vivanco”. Los apuntes de Vivanco son “una imagen fidedigna de una cultura indígena sometida a cambios rápidos y profundos como resultado de la modernización de las sociedades amdinas“. Actualmente, los cuadernos de Vivanco se encuentran en la biblioteca de la Pontificia Universidad Católica del Perú, en Lima, lo cual es garantía de que sus conocimientos no vuelvan a perderse.

Cuatro hombres del Valle de Chancay
Cuatro hombres del valle de Chancay
de la colección del antropólogo peruano Alejandro Vivanco Guerra.Reproducción: Juan Javier Rivera Andia / Uni Bonn

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