Con 16 millones de personas afectadas en el mundo, principalmente en los países en vías de desarrollo, la leishmaniasis constituye un importante problema de salud pública. Sin embargo, sigue siendo un conjunto de enfermedades olvidadas, tanto desde el punto de vista del tratamiento como de la investigación. En concreto, los parásitos que las provocan, denominados Leishmania, son poco conocidos desde el punto de vista biológico. ¿Cómo se reproducen? ¿Cómo evolucionan y se adaptan a su entorno, sus huéspedes o los medicamentos? Un estudio reciente del IRD ha revelado su compleja biología.
- Entornos, huéspedes y formas de infección diversas
Los parásitos de Leishmania, o leishmanias, viven en ecosistemas extremadamente diversos. Hay más de una veintena de especies capaces de infectar a una amplia variedad de mamíferos, tanto salvajes como domésticos. En el caso del hombre, la mayoría de infecciones son asintomáticas, aunque cuando aparece la enfermedad se expresa de diferentes formas: cutánea, mucocutánea e incluso visceral, la más grave. En los planos genético, biológico, ecológico y epidemiológico, las leishmanias son parásitos complejos sobre los cuales los investigadores tienen mucho que aprender.
- Un modo de reproducción «mixto»
La estrategia de reproducción de las leishmanias es objeto de un intenso debate. Los científicos pensaban que estos parásitos eran asexuales, es decir, que se reproducían de forma clonal, con recombinaciones genéticas ocasionales. Sin embargo, como los investigadores del IRD acaban de revelar, la realidad no es tan sencilla. El análisis estadístico de los datos genéticos disponibles muestra, en efecto, que el genoma de las diferentes especies del género Leishmania se caracteriza por su reproducción sexual.
Las muestras de ADN de parásitos procedentes de Europa, Asia, África y América Latina presentan una mezcla de genes por recombinación sexual, a menudo entre individuos emparentados, de ahí la presencia de una importante consanguinidad. En concreto, los biólogos concluyeron que las leishmanias se caracterizan por modos de reproducción «mixtos», alternando la clonalidad y la sexualidad. Sin embargo, parece que estos parásitos recurren preferentemente a uno de estos modos según el ecosistema y la especie a la que pertenecen.
- Poblaciones muy heterogéneas
El descubrimiento de este modo de reproducción «mixta» en Leishmania es un gran paso adelante para la genética de poblaciones de estos parásitos. De hecho, el modo de reproducción influye en la distribución de la información genética dentro de las poblaciones. Así, estos datos permiten deducir la estructura y el reparto de las poblaciones naturales, especialmente en el caso de organismos difíciles de observar como los parásitos. En este estudio, los científicos han observado que en la naturaleza las poblaciones de Leishmania se estructuran en pequeñas subpoblaciones, dentro de las cuales la evolución genética es rápida; de ahí la gran heterogeneidad de las poblaciones de parásitos presentes en un entorno determinado.
Aunque sigue habiendo sombras en el conocimiento de estos organismos y su modo de evolución natural, los trabajos realizados arrojan luz sobre los estudios de genética de las poblaciones de Leishmania. Comprender los roles precisos de las reproducciones clonal o sexual, más o menos consanguínea, permitirá comprender mejor cómo evolucionan y se adaptan a su entorno y sus huéspedes, e incluso cómo desarrollan resistencia a los tratamientos estos parásitos.
- Información bibliográfica completa
Rougeron V., De Meeûs Thierry, Bañuls Anne-Laure.
«A primer for Leishmania population genetic studies.»
Trends in Parasitology, 2015, 31 (2), p. 52-59. ISSN 1471-4922.