Los cambios en las relaciones con los hijos, su rol educativo con los nietos, sus expectativas y temores por el futuro y el grado de sobrecarga que experimentan son analizados en la investigación.
La «transición de ser abuela» ha sido objeto de estudio en la tesis doctoral de la psicóloga y profesora del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón (España), Lorena Andrés Soto. En su investigación, la doctora Andrés ha estudiado este proceso de la «abuelidad» en la mujer desde una perspectiva relacional y evolutiva, empleando una metodología cualitativa con tres grupos de mujeres de distintos niveles socioeconómicos y culturales, con nietos de entre 2 y 10 años de edad, que han participado en grupos focales y entrevistas de grupo.
Con los resultados obtenidos mediante este análisis de la narrativa individual de las mujeres participantes, una metodología con la que se han realizado muy pocos estudios en este ámbito, Lorena Andrés ha elaborado «un perfil de transición de la abuelidad» en la mujer, según el cual, «el deseo de ser abuela viene expresado principalmente por la ilusión y la alegríaque genera el acontecimiento, seguido de la expresión de continuidad lógica de este hecho en la edad adulta». Otros sentimientos, como los de temor o angustia ante los posibles riesgos, no aparecen durante el periodo de gestación, pero sí de forma notable en el parto.
Con el nacimiento de los nietos, pese a que se podría manifestar un cambio respecto a la relación con los hijos, los datos hallados en la investigación de la profesora de la CEU-UCH muestran un resultado contrario: «En los tres grupos estudiados y de forma acentuada se manifiesta una ausencia de cambio en la relación con los hijos; estos cambios, cuando existen, se atribuyen al dinamismo y al transcurrir de la vida, pero no al nuevo rol como abuelas», señala Lorena Andrés. Tampoco se ha observado conflictividad ni rivalidad en la relación con los otros abuelos, aunque –según añade- «esta ausencia de rivalidad se atribuye a la falta de contacto con ellos».
Trato igual que a los hijos
Según Lorena Andrés, profesora de los Grados en Educación Infantil y Primaria de la CEU-UCH en Castellón, «las abuelas narran experimentarautonomía, es decir, libertad en la toma de decisiones acerca del comportamiento e interacción con los nietos. Esta autonomía está por encima de la dependencia que generan los criterios de los padres respecto a las pautas educativas que ejercen con los nietos».
Sobre las diferencias entre el trato a los nietos y el trato a los hijos, en esta investigación se evidencia que «las abuelas ejercen el mismo trato queejercieron como madres; solo en menor medida manifiestan un trato diferencial respecto a sus nietos, derivado de unaactitud laxa, que favorece elofrecimiento de caprichos que no otorgaron a sus hijos».
Deseo de ser recordadas
En relación a las expectativas que las abuelas tienen con respecto a sus nietos, en los resultados de la investigación de la doctora Andrés ha predominado la expresión de un interés basado en que «adquieran valores, se desarrollen como personas con ética, moralidad y sentido de la justicia, respeto y tolerancia». Pero prácticamente al mismo nivel, surge contenido referido a la ausencia de expectativas: «Las abuelas no esperan nada de sus nietos, debido a su visión sobre la tendencia actual a la falta de compromiso con el cuidado y responsabilidad del sistema familiar. Aunque, en menor medida, sí expresan el deseo de ser recordadas por sus nietos como una figura de referencia en su desarrollo».
Frente a las expectativas, «los temores expresados por parte de las abuelas en la investigación se dirigen hacia el consumo de drogas y las consecuencias que se derivan de tales prácticas. También existe temor al mal uso de las nuevas tecnologías: la falta de conocimiento y experiencia respecto a las redes sociales puede generar en las abuelas una incertidumbre que se materializa en temor», señala la autora de la tesis. Este temor no se evidencia en el grupo de mujeres que presentan mayor nivel formativo, ya que el filtro de información empleado es distinto, a pesar de compartir un cronosistema (momento social y cultural) común.
Dependencia y sobrecarga
Con respecto a los cambios que las mujeres pueden experimentar en esta etapa, la profesora de la CEU-UCH destaca: «Hemos evidenciado, por un lado, una ausencia en la percepción de cambios en sus vidas, ya que las abuelas consideran que su identidad no ha cambiado». Sin embargo, esta percepción «se acompaña de un mayorgrado de dependencia, debido a que su presencia es requerida por sus hijos, nueras y yernos como figuras de experiencia y referencia. Se refleja igualmente –añade la profesora Andrés-una falta de replanteamiento ante el nuevo rol de abuela, a pesar de experimentarse una modificación en el tiempo de ocio, el cual se ve mermado debido a las responsabilidades adquiridas en el cuidado de los nietos».
Sin embargo, pese a esta responsabilidad, no hay sensación desobrecarga en el rol de abuela: «Laausencia en la percepción de sobrecarga se expresa en mayor medida, junto a la percepción de «poca carga que merece la pena», por la satisfacción experimentada. Las diferencias en la expresión del contenido de satisfacción son solo de carácter lingüístico, porque todas hacen referencia a una satisfacción enorme o absoluta», señala Lorena Andrés.
La «mejor abuela del mundo»
Otro modo de analizar la experiencia de ser abuela se explicita en la percepción que éstas creen que sus nietos tienen sobre ellas: «Todas las participantes coinciden en que son, para sus nietos, «la mejor abuela del mundo».Paralelamente, desde la visión que tienen las abuelas en relación a laexperiencia de la ‘abuelidad’, todas expresan un absoluto reconocimiento,valorándola incluso como ‘la mejor experiencia del mundo’. En la misma medida aparecen la satisfacción enorme y las expresiones de alegría e ilusión».
La psicóloga Lorena Andrés Soto, autora del estudio, posee un Máster en Psicogerontología, un Máster en Psicopatología, Neurociencia y Salud y se ha formado en Terapia Sistémica. Es profesora del Departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad CEU Cardenal Herrera en Castellón en los Grados en Educación Infantil y Educación Primaria. Su investigación está orientada al análisis del papel de las abuelas en el siglo XXI, para evidenciar cómo la construcción de la experiencia se encuentra mediada, entre otras cuestiones, por el papel que juegan en la educación y desarrollo de los niños en edad escolar, ya que representan una figura de cuidado y generatividad para sus nietos.
Este trabajo sobre la «abuelidad» como experiencia evolutiva y relacional en la mujer ha constituido su tesis doctoral, titulada «Construcción de la transición de ser abuela: un acercamiento cualitativo desde la narrativa personal». La tesis ha sido realizada bajo la dirección de la Catedrática de la Universidad de Valencia Emilia Serra, dentro del Programa de Doctorado en Psicogerontología, en el Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación.