Coral candelabro, Granada- Imagen OCEANA, Carlos Minguell

Coral candelabro, Granada- Imagen OCEANA, Carlos Minguell


Los 22 miembros del Convenio de Barcelona –dependiente de la ONU– han acordado incluir el coral árbol amarillo, el coral cresta de gallo, el coral candelabro y el coral bambú, como especies en peligro o amenazadas en el Mediterráneo. Esta decisión, a propuesta de España, contribuirá a la conservación de la fauna que vive y depende de estos jardines de coral.

“Todos estos corales se encuentran en riesgo de extinción y su inclusión como ‘en peligro’ o ‘amenazados’ en el Convenio de Barcelona es un gran avance para la conservación del Mediterráneo. A partir de ahora, las especies de corales de profundidad más emblemáticas quedan legalmente protegidas en el plano internacional, algo vital para los ecosistemas marinos”, explica Ricardo Aguilar, director de Ciencia del grupo conservacionista Oceana en Europa.

“Uno de los modos más efectivos para proteger especies de profundidad amenazadas de extinción es declarar más áreas marinas protegidas", dice Ricardo Aguilar

En la misma reunión bienal del Convenio de Barcelona, los ministros y delegados han firmado una declaración ministerial en la que impulsan mayor conservación marina en el Mediterráneo. La Declaración Ministerial de Tirana contiene compromisos para la cuenca mediterránea sobre una mejor gestión de la basura marina y sobre la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU. También insta a las partes contratantes a acelerar la creación de áreas marinas protegidas en el Mediterráneo.

“Uno de los modos más efectivos para proteger especies de profundidad vulnerables o amenazadas de extinción es declarar más áreas marinas protegidas. En la actualidad, solo está protegido el 7% del Mediterráneo y la Declaración de Tirana es una oportunidad para que los países de la zona pasen del dicho al hecho y alcancen el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU para los océanos”, añade Aguilar.

Corales de aguas profundas en peligro

El coral bambú (Isidella elongata) se considera prácticamente endémica del Mediterráneo. Se estima que su población ha disminuido un 80% en cien años y por ello está catalogado como en peligro crítico en este mar. Su declive afecta a muchas especies de gambas y peces asociadas a estos jardines de coral, como la merluza, que los utiliza como zonas de cría.

El coral amarillo (Dendrophyllia cornigera) y el coral candelabro (D. ramea) aparecen en la lista roja como en peligro y vulnerable, respectivamente. Sufren el impacto de técnicas pesqueras agresivas con el fondo marino. El coral amarillo está documentado a 800 metros de profundidad y sus colonias pueden llegar a un metro de alto.

El coral cresta de gallo (Desmophyllum dianthus) se considera en peligro y se calcula que su población ha caído a la mitad en los últimos 60-70 años. Los expertos consideran que este retroceso no puede detenerse si no se adoptan medidas para conservarlo. Vive en profundidades entre 200 y 1.200 metros.

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