Los investigadores de la Universidad de Alicante María Jesús Ortiz Díaz-Guerra y José Antonio Moya Montoya, pertenecientes al grupo de investigación MEDEA (Medios, Discursos y Expresión Audiovisual), acaban de definir un nuevo tipo de imagen en narrativa audiovisual. Out-Embodied-Shot (OBS), que así lo han denominado, es un plano subjetivo que genera una gran identificación con el espectador.
OBS son todos aquellos planos donde se muestra el cuerpo del que realiza la acción con una cámara vinculado, de alguna forma al cuerpo. Según los investigadores, este nuevo plano subjetivo surge a partir de la «feliz coincidencia» que supuso el desarrollo de las denominadas cámaras de acción GoPro y la invención de Youtube, entre 2004 y 2005.
Tras esta “feliz coincidencia”, y una vez dadas las circunstancias tecnológicas, la producción de narraciones audiovisuales personales con cámaras de acción entró en una espiral de crecimiento imparable hasta convertirlo en un fenómeno sin precedentes. Durante la década 2004-2014 las cifras de generación de vídeos realizados con cámaras de acción, subidos a YouTube, y visionados, escapan a cualquier previsión.
Los autores han explicado de forma científica el fenómeno empresarial y comercial que ha supuesto el éxito de las cámaras de acción y los millones de vídeos compartidos en YouTube en los últimos tiempos. Los resultados del estudio, en el que se analiza una horquilla de diez años, se acaban de publicar en la revista Communication and Society.
Estas nuevas tecnologías han permitido que las personas cuenten en primera persona lo que hacen, sobre todo aquello que implica movimiento o acción, y en esta narración audiovisual el sujeto que graba la acción también aparece en el encuadre, siendo un plano subjetivo con presencia del autor y al que han llamado out embodied shotya que se vincula directamente con las teorías que explican el fenómeno de la corporeización del pensamiento oembodied mind.
Proyección interior por las neuronas espejo
Estos planos OBS tienen un elevado atractivo para las personas que los visionan. Según los autores, son las neuronas espejo las que funcionan replicando la acción que se observa, de forma que el observador llega a “sentir” las mismas emociones que quien grabó las imágenes. La aparición en el vídeo de la imagen del propio narrador que ejecuta la acción refuerza el sentimiento de identificación del observador que, por unos minutos, puede vivir sensaciones similares.
Estos vídeos presentan un nuevo estilo realista basado en una imagen perfectamente nítida con gran ángulo de visión por el angular que suelen incorporar este tipo de cámaras. El invento de las action cam ha provocado una inflexión en el panorama audiovisual porque ha abierto una serie de posibilidades creativas y narrativas antes inexistentes, observándose hasta tres tipos distintos de planos subjetivos.
El uso del término embodiment responde a la concepción actual que hacen las ciencias cognitivas al entender que el cerebro no es independiente del cuerpo, por lo que la cognición se encuentra determinada por una organización biológica integral donde confluyen lo anatómico, lo bioquímico y lo neurofisiólógico del ser humano.
Las neuronas espejo son un descubrimiento fundamental que respalda el concepto de embodiment y que se ha demostrado que existen en los seres humanos. Se activan no solo cuando realizamos una acción sino cuando observamos la acción realizada por otros, por lo que nos permite entender a otras personas por simulación. En nuestro cerebro se genera una copia virtual de lo que observamos que nos permite sentir lo que otros sienten.
Las neuronas espejo serían las respuestas a nuestra respuesta emocional cuando vemos una película, ya que las acciones de otros ‘resuenan’ en nuestras neuronas. La embodied simulation theory explica la fascinación que generan estos vídeos, sobre todo los de acciones intensas como los saltos en paracaídas o el surf sobre grandes olas.
Referencia bibliográfica:
Ortiz, M. J. & Moya, J.A. (2015). The action cam phenomenon: a new trend in audiovisual production.Communication & Society 28(3), 51-64.
(UA)