“Hemos desarrollado una metodología lógica y racional para el desarrollo de vacunas sintéticas”, aseguró el profesor Manuel Elkin Patarroyo, quien aseguró que aseguró que, junto a un grupo de investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, han encontrado que es posible modificar la estructura tridimensional de las moléculas, en donde las reglas topológicas, geométricas y electrónicas deben seguirse para el desarrollo de las vacunas. 

También aclaró que la metodología (basada en ángulos, cargas y volúmenes, etcétera) no existe en la naturaleza, sino que es algo creado por el equipo, en el que se han modificado las moléculas en forma tal que, siendo invisibles para el sistema inmunitario, las han convertido en visibles. “Es el triunfo del conocimiento sobre la naturaleza”, puntualizó.

¿En qué consiste el modelo?

Patarroyo presentó los avances de su propuesta para desarrollar vacunas sintéticas, en una ponencia que presentó durante el XVI Congreso de Ciencias Básicas y Especialidades Clínicas de la Facultad de Medicina de la U.N. y la Asociación de Exalumnos de Medicina de la Universidad Nacional de Colombia (AEXMUN).

Ahí refirió que las vacunas clásicas utilizan todo el microbio que causa esa enfermedad; por ejemplo, el de la tuberculosis usa un mutante que está en las vacas; el virus del polio es atenuado para crear la vacuna contra la enfermedad que lleva el mismo nombre; así mismo sucede con la del sarampión.

“Descompusimos esos microbios, específicamente el parásito de la malaria, en moléculas. Averiguamos cómo estaban hechas y las volvimos a hacer químicamente. Había que reconocer cuáles eran las manitas de los microbios, a través de los cuales se pegan a las células que van a infectar, invadir y enfermar.

Una vez hecho el reconocimiento, se puede hacer el análisis de la estructura tridimensional –es decir la estructura atómica–. En este punto, lo clave es inmovilizar, ocupar y estudiar esas manitas para que no se adhieran a las células. Con base en esos datos, es posible desarrollar vacunas. “Son reglas de juego universales para el desarrollo de vacunas”, puntualiza el experto.

La potencialidad del avance

El profesor Patarroyo subrayó que se trata de un avance importante para el desarrollo de vacunas, no solo contra la malaria, sino contra otras enfermedades, infecciones y alergias.

El profesor afirmó que esto es igual de importante para el cáncer, pues se sabe que, hasta el momento, el 40% de los diversos tipos que existen están asociados a enfermedades infecciosas; se calcula que para el fin de este decenio, el 66% de los cánceres van a tener una etiología infecciosa.

“Hemos desarrollado no solo el concepto sino la metodología para alcanzar las vacunas contra esas enfermedades”, advirtió, y reconoció que esta metodología se debe al trabajo de investigadores de la U.N. como Martha Patricia Alba, Adriana Bermúdez, Manuel Patarroyo, Hugo Bohórquez, Carlos Suárez, José Manuel Lozano, Yolanda Silva y Martha Forero, entre otros.

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